El jefe Mauricio Macri ya encontró a su futuro subsecretario de Derechos Humanos: Helio Rebot, el kirchnerista que aportó el voto número diez para la destitución del jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. En su último encuentro con la vicejefa Gabriela Michetti, el legislador –quien no consiguió renovar su mandato en las listas de Jorge Telerman– le dio el sí. Si no media ningún sobresalto camino a diciembre, Rebot será el encargado de intervenir desde la ciudad en el Espacio para la Memoria de la ESMA y deberá hacer uso de su cintura política frente a la desconfianza de los organismos de derechos humanos con el gobierno del Macri, quien no cesa de decir que hay que mirar al futuro.

Macri decidió disolver el Ministerio de Derechos Humanos y Sociales y devolver ese área al rango de subsecretaría, bajo la órbita de la vicejefa Gabriela Michetti, quien se ocupará de “promover el conocimiento y la preservación de la memoria sobre los crímenes y hechos relacionados con graves violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad cometidos por el terrorismo de Estado”, según reza el borrador de la nueva Ley de Ministerios, que preparó el macrismo y que presentará Telerman, a pedido del futuro jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta.

Así, el macrismo busca dar señales con respecto a su política de derechos humanos. Incluso dejó trascender que Michetti asistiría a la inauguración de la ESMA. En esto no los ayuda demasiado el candidato a presidente de Recrear-PRO, Ricardo López Murphy, quien eligió la semana de la condena al cura Christian von Wernich para pronunciarse en contra de los juicios por los crímenes de lesa humanidad y sugirió que se incluya también a los ex dirigentes de las organizaciones armadas. En medio de la satisfacción general de los otros candidatos con el fallo, su planteo quedó como un solo de batería en un concierto de música clásica.

Como informó Página/12, Macri le encargó a Michetti la búsqueda de alguien que pudiera ocupar su Subsecretaría de Derechos Humanos sin sonrojarse. La vicejefa trabajó arduamente –pasó por lo menos por cuatro candidatos y sufrió un rechazo importante– hasta dar con Rebot. El legislador le dio el sí esta semana. Ella le pidió absoluta discreción.

Correntino, peronista desde la adolescencia, Rebot saltó a la fama durante el juicio político a Ibarra. Se destacó por el perfil de sus preguntas –-algunos lo comparaban con un fiscal– y por ser kirchnerista, y por lo tanto un presunto aliado de Ibarra. Rebot respondía, en realidad, al diputado Jorge Argüello. Ambos acompañaron a Domingo Cavallo en 2000 y al líder de PRO en 2003, en ambos casos contra Ibarra. De hecho, Rebot entró a la Legislatura en la misma lista que Santiago De Estrada, gracias a un acuerdo que tenía entonces el PJ con Macri.

Con Argüello migraron de las filas del empresario a las de Néstor Kirchner. En ese momento, Rebot lo explicó así: “Macri parecía un tipo práctico. Cuando comenzó a pensar en ser presidente, le dije que ya tenía al presidente que quiero: Kirchner”. El legislador aportó uno de los diez votos para la destitución de Ibarra, el único que provenía del kirchnerismo. Poco después, se sumó a las filas de Telerman, quien asumió como jefe de Gobierno después de (y gracias a) la destitución de Ibarra.

En la disputa entre Alberto Fernández y Telerman –que parece haber terminado por estos días– se ubicó claramente detrás de este último, quien lo recompensó con un lugar en la lista de legisladores. No estaba solito: lo acompañaba la radical Florencia Polimeni, quien también había tenido su paso por el macrismo y también votó por la destitución de Ibarra. Sin embargo, ni él ni ella consiguieron renovar sus bancas, debido al traspié de Telerman en la primera vuelta.

Finalmente, Rebot volvió a las fuentes. Y negoció su retorno al gobierno porteño (su anterior paso fue como director de Asuntos Jurídicos en el Instituto de Juegos de Apuestas). Si no hay más cambios, en diciembre acompañará en derechos humanos al líder de PRO. El mismo que sostiene que “el siglo XX fue de los derechos humanos, éste debe ser de las obligaciones ciudadanas”.