Después de doce horas de una reunión más que tensa, una mayoría de cuatro jueces de la Corte Suprema bonaerense aceptó tratar un recurso de queja para determinar si la candidatura de Francisco de Narváez es legal o ilegal. Los apoderados del postulante de Unión-Pro tienen 48 horas para presentar sus argumentos y el total de siete jueces del máximo tribunal provincial se reunirá otra vez mañana, a las 11, para definir si De Narváez puede competir el 28 de octubre. Sin embargo, el plato fuerte que se viene es el tratamiento de la legalidad o ilegalidad de la candidatura de Daniel Scioli, el casi seguro ganador de la contienda por la gobernación bonaerense. El recurso de queja no había llegado ayer a la Corte, pero entraría hoy. Provocaría un escándalo de proporciones que se impidiera la presentación de candidatos de semejante peso a poco más de una semana de las elecciones. A los cuatro jueces que votaron por la apertura del recurso se los vincula con el duhaldismo.

Los siete magistrados del máximo tribunal bonaerense empezaron su acuerdo extraordinario a las ocho de la mañana y los votos se firmaron doce horas más tarde. Una mayoría de cuatro revió una postura de 2005, cuando todos los magistrados salvo uno sostuvieron que las decisiones de la Junta Electoral Bonaerense (JEB) no son recurribles por tratarse de un órgano de la Constitución. Algunos de los supremos dijeron entonces, y lo reafirmaron ayer, que debe respaldarse una doctrina que se viene imponiendo en los últimos años: poner pocos obstáculos a las candidaturas y dejar que los ciudadanos decidan con su voto. En esta línea estuvieron Héctor Negri, Hilda Kohan y Federico Domínguez.

Sin embargo, Carlos Hitters, Santiago De Lázzari, Eduardo Pettigiani y Carlos Natiello impusieron su criterio, con el argumento de que “deben ser respetados los agravios”, es decir las denuncias, porque afectan la Constitución bonaerense y porque la Corte es la que puede resolver en forma más rápida.

Al anochecer, entonces, esa escueta mayoría de cuatro miembros se impuso en la votación y, por lo tanto, De Narváez tendrá que defender su postulación con un escrito antes de que empiece el nuevo acuerdo extraordinario de los magistrados, mañana a las 11. Lo que se le cuestiona al candidato de Unión–Pro es que la Constitución bonaerense no permite que se postule un ciudadano que haya nacido en un país extranjero y sea de padres extranjeros. El criterio por el que la Junta Electoral bonaerense aceptó la candidatura fue que De Narváez llegó de muy pequeño al país y se nacionalizó. De todas maneras, la JEB dio un respaldo, de hecho, a la doctrina de poner pocos obstáculos para la presentación de candidatos y dejar que la resolución se dé en las urnas.

La pelea de fondo en la Corte bonaerense se dará seguramente alrededor de la candidatura de Daniel Scioli. Al postulante por el Frente para la Victoria se le objeta que no vivió como adulto, que no ejerció el voto, en territorio bonaerense. La JEB convalidó la postulación de Scioli sosteniendo que vivió doce años en la provincia de Buenos Aires siendo adolescente y que no se le puede negar a un menor el carácter de ciudadano, por lo que Scioli debe ser considerado ciudadano bonaerense.

Hasta anoche, a la Corte no había llegado el recurso de queja contra Scioli. Tras la resolución de la JEB se presentó una apelación y si la Junta lo rechazaba –algo seguro–, el siguiente paso del proceso es una queja ante la Corte.

Los expertos en materia electoral sostienen que una decisión de los jueces contraria a la presentación de las candidaturas de De Narváez y Scioli provocaría una conmoción inmensa y problemas que nadie sabe cómo se resuelven. El Código Electoral prevé que si un candidato fallece o renuncia antes de los comicios, el partido o alianza puede reemplazarlo en los siete días subsiguientes. Sin embargo, en el actual caso casi no habría tiempo, las boletas y lo materiales están impreso y no queda claro si los candidatos pueden ser reemplazados o no. Eso también dependerá de criterios de jueces electorales, ya que las fuentes consultadas por este diario se posicionaron de manera diferente ante el eventual bochazo de las candidaturas.

El rumor en La Plata es que la sangre no llegará al río, aunque nadie tiene real certeza de lo que puede pasar. Algunos creen que se trata de una mano duhaldista que quiere exhibir su poder; otros dicen que hay un deseo de varios jueces de hacerse notar y salir en la foto, mientras que los menos adhieren al diagnóstico de que esos magistrados tienen una postura legalista. Es que lo que más llama la atención a los que están con la minoría de la Corte es que, con su voto de ayer, la ajustada mayoría contradijo su posición de hace dos años.

Una primera respuesta al enigma se verificará mañana tras el acuerdo extraordinario en el que se va a resolver sobre De Narváez.

Se verá entonces si los jueces se meten a jugar un papel protagónico en la elección bonaerense.