Y al tercer día, habló el tercero. A Roberto Lavagna, ex candidato presidencial por UNA, se lo vio públicamente por última vez el domingo, cuando en las primeras horas del escrutinio quedaba segundo por encima de Elisa Carrió. Con esos números salió a reconocer la derrota ante Cristina Fernández de Kirchner. El paso del tiempo revirtió la tendencia y el ex ministro de Economía obtuvo un 16,58 por ciento de los votos, a casi siete puntos de la Coalición Cívica y 28 del Frente para la Victoria. Ayer se conoció el destino de los 3 millones de argentinos que apostaron por “Lavagna presidente”: continuará con su actividad política, seguirá la alianza con el radicalismo de Gerardo Morales y, además, se creará el Consejo para Una Nación Avanzada, desde “donde habrá temas nuevos que incorporar de la agenda pública”. Con los primeros rounds ya disputándose entre el oficialismo y la primera fuerza opositora, Lavagna llamó a evitar “la división en una sociedad progobierno y otra antigobierno”.

“Voy a seguir trabajando en política en torno de las propuestas del programa”, se encargó de dejar en claro el ex ministro, para tranquilidad de los que le dieron su apoyo. Fueron sus primeras declaraciones tras el resultado del domingo, “razonable” teniendo en cuenta “la escasez de recursos y la realidad mediática que se instaló en el último mes”. Los partidos que integran UNA –el radicalismo, Sociedad Justa y el MID– manifestaron su “voluntad de seguir trabajando” en conjunto como oposición, pero deberán disputársela al espacio liderado por Carrió, que desde el mismo día de las elecciones se proclamó como la segunda fuerza en todo el país.

Desde UNA le aseguraron a Página/12 que “cada uno de los partidos que la conforman va a seguir con su dinámica interna y que ninguno va a meterse en la situación del otro”. Se referían a los conflictos internos de la UCR, que lleva intervenidos los comités de varias provincias y expulsados varios de sus miembros –entre ellos, el vicepresidente electo Julio Cobos–. “Ni nosotros vamos a meternos, ni ellos van a decirle a Lavagna lo que debe hacer con el peronismo”, explicaron. En la conferencia de prensa junto a su ex compañero de fórmula, el presidente del partido radical, Gerardo Morales, anticipó el encuentro que se realizará en Córdoba, donde se tratará “el radicalismo que viene” (ver aparte).

Consultadas sobre integrantes del grupo justicialista conocido como “El General”, fuentes de UNA confirmaron a este diario que van a seguir como el “núcleo duro” del peronismo en la concertación. En Diputados, el candidato a gobernador bonaerense, Jorge Sarghini, fue el único hombre que retuvo su banca. “Nuestra fuerza no va a tener ningún problema para actuar porque fue lo que hicimos en más de un año de campaña, los problemas los van a tener ellos”, aseguraron. La pregunta apuntaba al funcionamiento de los distintos espacios dentro del Congreso y la ligó la coalición de Carrió: “Tenían una candidata a presidente que estaba en contra del aborto y un vice que se manifestó a favor de la despenalización”, ejemplificaron. Pese a los intentos y llamados a “unificar la oposición”, que se escucharon sin éxito durante los meses de campaña, la situación cambió después de la elección. “Nuestra sola presencia, con importancia electoral, va a impedir la división de la sociedad argentina en dos”, explicó Lavagna, que se propone disputar el lugar principal de la oposición. En la conferencia de prensa de ayer, leyó la carta que le envió a Cristina Fernández: “Te hago llegar mis mejores deseos de éxito y, como el domingo pasado a la noche dije, que Dios te ilumine en favor de nuestro pueblo por el cual hay todavía muchísimo que hacer”.