Numerosa como la anterior reunión, los participantes del “espacio ciudadano” que lideran los diputados Elisa Carrió y Luis Zamora, y el titular de la CTA, Víctor De Gennaro, avanzaron ayer en los detalles más finos sobre la concentración planeada para el viernes. Ese día, como sostienen los organizadores, “comenzará formalmente la pelea por la caducidad de los mandatos y el llamado a una asamblea constituyente”. El acuerdo alcanzado no tendrá a los principales referentes encabezando el acto y tampoco discursos.
Esta vez, en el encuentro realizado en el teatro Bambalinas, participaron la Izquierda Unida, tres representantes de la piquetera Coordinadora Aníbal Verón y el cura Luis Farinello. El acuerdo alcanzado da cuenta de la realización de distintos actos en las provincias. Los organizadores especulan que llegarán a un centenar.
En la reunión de ayer, donde participaron cerca de 150 personas, se decidió confeccionar “el mapa nacional de la protesta”, donde se describirán los diferentes actos en el país organizados para ese día. El mapa será presentado mañana a las 13 en la última conferencia de prensa antes de la concentración.
Hay nerviosismo entre los organizadores. La apuesta es grande y el éxito de la “batalla por la caducidad de los mandatos”, como lo definió Carrió, depende de la concentración del viernes. La decisión alcanzada ayer da cuenta de la participación durante la mañana del 30 de Carrió en Córdoba y de De Gennaro en Rosario. Por la tarde ambos retornarán a la Capital Federal para la concentración en el Congreso a las 18.
Si bien la reunión fue considerada por los distintos sectores como “positiva”, ayer no se consiguieron todos los acuerdos esperados. Por ejemplo, Zamora y Carrió insistieron en la necesidad de que los participantes lleguen a la Plaza del Congreso sólo con banderas argentinas. La intención es convocar incluso a gente que no simpatice con las organizaciones convocantes. En este punto la Izquierda Unida no coincidió y anunció que su participación será con sus acostumbradas banderas y pancartas. “Consideramos que obligar la participación sin identificación sería un acto discriminativo”, aseguró a este diario Jorge Kreyness del Partido Comunista. Los representantes del ARI y Autodeterminación y Libertad no pusieron objeciones aunque como dijeron: “hubiera sido preferible que en la calle sólo se vean banderas argentinas”.
Los representantes de Izquierda Unida aclararon además que ellos no pertenecen al “espacio ciudadano” por la simple razón de que para el encuentro del martes de la semana pasada “no fuimos invitados”. Igual advirtieron que esto no evitará su presencia y participación en la concentración “porque hay coincidencia en la mayoría de los reclamos. Esto es unidad en la acción”, agregó Kreyness. Tampoco hubo coincidencias en las consignas. La Izquierda Unida insistirá con su exigencia de que no sólo se vayan todos sino que específicamente “que se vaya (Eduardo) Duhalde”.
Ayer también estuvieron presentes delegados de la Aníbal Verón. Estos aclararon que llegaron hasta el teatro Bambalinas en calidad de observadores. Voceros de la organización piquetera aclararon que “esto no significa que no querramos participar. Lo que sucede es que las distintas organizaciones que integran la Coordinadora no decidieron todavía la posición a tomar”. El tema es que la mecánica de toma de decisiones es diferente al resto de las organizaciones piqueteras: “Todo se hace de manera horizontal. Somos 13 movimientos los que conforman la Verón y no se resuelve todo con la rapidez que algunos quieren”, reconocieron voceros de los piqueteros. Igual se espera que participen de los diferentes actosprogramados entre los que se cuentan escraches, sentadas y distintas expresiones callejeras de la protesta.