EL PAíS › GRACIELA ROSSO, INTENDENTA ELECTA DE LUJAN
En Luján será intendenta, también con a. Con una pequeña luz de un dos por ciento conseguida el pasado 28 de octubre, la diputada por el Frente para la Victoria, Graciela Ro-sso, le sacó al histórico Miguel Prince una diferencia suficiente como para gobernar el partido a partir del próximo 10 de diciembre. El caso de la ex viceministra de Salud y subinterventora del PAMI es otro de los ejemplos en los que el candidato que iba por la reelección con el aval de la Rosada fue desbancado por una colectora, también apoyada desde el Ejecutivo. Así, junto a Stella Maris Giroldi en Campana, María Gianini en Carlos Tejedor, Andrea García en Florentino Ameghino, María Ester Lennon en Areco y Liliana Denot en Chascomús, Rosso se convirtió, en sintonía con la ola nacional, en una de las pocas mujeres que conducirá un municipio bonaerense. En conversación telefónica desde Cuba donde asistió a una serie de charlas relacionadas con salud, Rosso se mostró cercana a Daniel Scioli pero titubeó al ser consultada por las aptitudes de Claudio Zin, futuro ministro de Salud de Buenos Aires. Prometió mayor inversión en infraestructura sanitaria y en educación, y aseguró que con la Iglesia, especialmente influyente en Luján, tendrá sólo una relación “de respeto mutuo”.
–¿Cuál cree que fue el factor determinante para su triunfo?
–Lo que ha pasado con estas elecciones es que se terminó una forma de hacer política. La gente se cansó del clientelismo, de que se gobierne solamente para un sector de la población, de que sean los mismos sectores enquistados después de tantos años, con los mismos funcionarios y sin ningún tipo de renovación, cuando hay mucha gente joven tan capacitada. Lo que propuse fue sumar a los que más saben y a los más capaces, con debate político sobre lo que se necesita. Por otro lado, cuando no se cumple con las obras y lo que necesita la población, la gente opta por otra opción. Es que muchos de los planes del gobierno nacional, por ejemplo el Plan Federal de Vivienda y el de Infraestructura de Barrio, a Luján no han llegado. Y es sabido que la falta de agua, de cloacas, de pavimento, iluminación y gas son deudas pendientes en todo el conurbano.
–¿Tiene relación con Scioli?
–Sí, y es excelente. Lo conozco desde que era secretario de Turismo y yo era secretaria de Salud. Hemos trabajado conjuntamente en aquel momento, y después en el Congreso. El nos ayudó muchísimo, por ejemplo, en la ley de trasplantes. Además, considero que es una persona que tiene empuje político suficiente como para dar solución a nuestros problemas. El tema productivo es uno de los ejes de su propuesta de gobierno y yo estoy absolutamente de acuerdo. Creo que hay que crear más trabajo y más empleo para los bonaerenses, ya que existe un núcleo muy duro del desempleo que hay que superar para mejorar la calidad de vida de la gente.
–¿Qué piensa del nuevo gabinete, y particularmente de Claudio Zin, el próximo ministro de Salud?
–A Zin lo conozco por los medios, no personalmente. Por mi parte, considero que la provincia de Buenos Aires necesita mayor inversión económica en salud. Los hospitales provinciales recaen mucho sobre los municipios, que viven situaciones económicas muy ajustadas. Y, muchas veces, lo que los hospitales provinciales necesitan es no sólo equipamiento, sino mejoramiento de las condiciones laborales y más trabajadores.
–¿Cree que él avanzara en estos puntos? Usted dice conocerlo por los medios, y justamente se rumorea que es un hombre de Daniel Hadad...
–No conozco su formación sanitaria. Sin embargo, creo que quien tenga que llevar adelante los destinos de la salud de la provincia de Buenos Aires, tiene que tener una visión sociosanitaria del problema. Si no se enfoca el tema desde estos aspectos, la política que se lleve adelante no tendrá una buena respuesta.
–Usted estuvo en el Ministerio de Salud, desde donde se abarcan temas sensibles en lo que respecta al vínculo con la Iglesia que, casualmente, tiene mucha influencia en Luján. ¿Cómo será esa relación cuando sea intendenta?
–Será como siempre ha sido. De respeto por lo que piensan ellos ya que, además de un importante rol para los que profesan la religión católica, la Iglesia tiene un rol social. Pero el Estado tiene también una responsabilidad, que es la de brindar conocimiento, educación y condiciones adecuadas de salud para la población. Esto lo marcan las leyes en nuestra Constitución. Yo voy a hacer un gobierno respetuoso de las creencias de todos, pero, precisamente por eso, también seré respetuosa y responsable en lo que concierne al Estado. Desde el ministerio, he tenido una convivencia adecuada con ellos, incluso hemos conversado con el arzobispo de Luján. Lo que vamos a tener es un vínculo de respeto mutuo en el que cada cual tendrá su rol social definido.
–¿Y con su vecino lujanense, Raúl Moneta?
–Es un vecino más de la ciudad de Luján, cuya condición económica y política no lo diferencia de otros. Yo no tengo una relación personal con él y no la tuve nunca. Tendremos un vínculo respetuoso, pero no de trabajo conjunto.
–¿Cuál será la prioridad cuando asuma?
–Como siempre digo, para hacer una casa necesitás hacer bien los cimientos. Hay que ver el área económica y de administración para que sea más eficiente y pueda estar a disposición de las políticas que se van a desarrollar. Vos podés tener políticas interesantes, pero si no tenés equipos y una administración eficiente que posibilite la concreción de esas tareas, es imposible llevarla adelante.
–¿A qué se refiere cuando habla de renovación política?
–El modelo de construcción política es el mismo que propuso nuestra presidenta electa. Creo que no puede gobernar un sólo partido, ni aunque fuera un frente, sin trabajar con la comunidad. Buscamos un gobierno participativo, donde la construcción se haga con los vecinos y que el control de esa política sea también echa por ellos. Cada barrio tiene necesidades distintas y las soluciones las conocen los lujanenses, más allá de los partidos. En este juego, algunos sostendrán que las prioridades son unas, y otros que son otras. Somos conscientes de que no podemos solucionar los problemas que tenemos si no los vemos desde una óptica participativa; eso es lo que propusimos y eso es lo que más entusiasmó.
–¿Usted propone un nexo más directo con el gobierno nacional que le permita acceder a los diferentes planes nacionales?
–Sí, y además una misma línea con la nueva propuesta del próximo gobierno provincial. La población de Luján creció enormemente, y la infraestructura en materia sanitaria y escolar prácticamente no viene creciendo en los últimos 30 años. Cuando hacen falta más escuelas primarias, secundarias y jardines de infantes, recién el año pasado se hizo una escuela después de veintipico de años.
Entrevista: Diego González.
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