Jorgelina Bizai es socióloga, profesora de la Universidad del Comahue y autora de Los fieles ceferinianos: identidades en torno de Ceferino Namuncurá, una investigación que realizó en la localidad patagónica de Chimpay, bajo la dirección del filósofo Rubén Dri. En su trabajo, habla del papel de la Iglesia en la entronización de Ceferino y de lo que sucede en las comunidades mapuches ante la instancia de la coronación: “No hay un respeto del otro, hay imposición y no un verdadero rescate”, advierte la investigadora.

–¿Qué encontró cuando entrevistó a los lugareños y peregrinos?

–Encontré a las comunidades mapuches divididas. Un sector, vinculado a la Coordinadora de Mapuches, que no está nada contento con el enaltecimiento de la figura, en tanto figura de la Iglesia Católica; sienten que no tienen nada que ver esa lectura que rescata la Iglesia. Pero en la historia de este símbolo también hay una contradicción. Si bien es cierto que muchos mapuches y comunidades no lo aceptan, hay otros de acuerdo con la canonización.

–¿Por qué creen que la Iglesia lo nombra beato?

–La Iglesia, mas allá de que Namuncurá sea mapuche, ha pasado por la etapa de reconocer los milagros y decidió beatificarlo, como lo haría con cualquier otro sujeto. Pero es contradictorio porque Namuncurá es un representante de un pueblo originario y ahora termina absorbido por otra cultura. Y en ese camino de incorporación del símbolo no hay respeto del otro; hay imposición y no un verdadero rescate.

–¿Cómo evalúa la relación de la Iglesia con un símbolo consagrado por la gente?

–En la actualidad, hay un gran sincretismo en la religión católica que intenta enlazar e introducir elementos del pueblo y la cultura mapuche. Por eso la Iglesia que fue construida en Chimpay tiene forma de toldo, con dibujos de mapuches o una imagen del culturm, que es uno de los instrumentos que usan los mapuches para sus celebraciones religiosas.

–¿Y ese sincretismo qué significa?

–Lo veo como una especie de conciliación. Como decirles, vinimos con la cruz y la espada y hoy hay un intento de tomar conciencia de ese atropello y de ese saqueo a los pueblos indígenas. Como una forma de hacer las paces o decir: “Cometimos horrores, los queremos remediar”.

–¿Quién fue Ceferino para esta gente?

–Entre los fieles aparece esa contradicción soslayada, entre lo mapuche y lo blanco, porque lo que está preponderando es la fe.En lugares como estos no pasan muchas cosas, y el momento de la peregrinación suele ser una enorme fiesta donde se conjuga lo profano y lo sagrado, la misa y salir a la feria para comprar.