El jujeño Eduardo Fellner será el nuevo presidente de la Cámara de Diputados a partir del 10 de diciembre. Aunque la información aún es extraoficial, nadie en la Cámara baja –incluso en presidencia– ponía en duda que el gobernador de Jujuy reemplazará a Alberto Balestrini al frente del cuerpo. “Es el hombre indicado”, afirmó ayer el diputado ultra K Carlos Kunkel, dando por zanjada la disputa. “Si Kunkel salió a hablar es porque tiene la venia de la Rosada”, afirmaban los legisladores oficialistas. Desde el bloque del Frente para la Victoria (FpV) aseguraban que la “bendición” a Fellner incluía la continuidad del rosarino Agustín Rossi como presidente de la bancada kirchnerista. Ambas confirmaciones echarían por tierra las aspiraciones del gobernador Felipe Solá y del también bonaerense José María Díaz Bancalari.

La decisión se tomó en la Casa Rosada y la confirmación la haría hoy el propio Balestrini en la reunión de bloque del FpV, prevista para cuando en Labor Parlamentaria se haya pulido el temario de la sesión que abordará luego la Cámara baja. Fellner, que cuenta con la confianza de Néstor Kirchner, se convertirá en el presidente de Diputados y en el tercer hombre de la línea sucesoria presidencial, después del vicepresidente Julio Cobos y del presidente provisional del Senado, José Pampuro.

Fellner fue el primer gobernador que se disciplinó y aceptó sin cuestionamientos el pedido del Presidente de bajarse de su re-reelección a gobernador, después de la derrota de Carlos Rovira en Misiones. También había sido el hombre elegido por Kirchner para presidir el PJ nacional, antes de romper lanzas con el duhaldismo y que la estructura partidaria quedara paralizada y relegada de la toma de decisiones.

La confirmación de Fellner dejaría fuera de carrera a varios autopostulados para presidir la Cámara baja: el gobernador Solá, Díaz Bancalari y el propio Rossi. Todos creían tener motivos suficientes para aspirar al cargo. Solá fue quien encabezó la embestida contra el duhaldismo en su propio territorio y terminó ganándole la pulseada. Díaz Bancalari, con llegada propia al Presidente, disciplinó al duhaldismo residual en la Cámara y le garantizó al kirchnerismo el quórum para sesionar durante estos dos períodos legislativos. Rossi no sólo mantuvo la unidad del bloque kirchnerista, sino que mostró obediencia al alinearse con Rafael Bielsa tras perder la interna en Santa Fe. De todos ellos, sólo Rossi recibiría muestras de confianza del Gobierno, al confirmarlo como el jefe de la bancada K que reuniría a 127 diputados, dos menos de los necesarios para lograr quórum propio.

La confirmación también abarcaría a la cordobesa Patricia Vaca Narvaja, como vicepresidenta primera de la Cámara baja. Un lugar que Díaz Bancalari tampoco desprecia. Sin embargo, en el FpV todos imaginan al Mono, como llaman al bonaerense, cumpliendo el mismo papel que hasta ahora: manteniendo cerca del oficialismo a un grupo de nueve diputados, muchos de ellos resistidos por el kirchnerismo, como la ex duhaldista Mabel Müller y el líder gastronómico Luis Barrionuevo. La pregunta que muchos esquivan es cómo reaccionarán Solá y su tropa, que reclamaban un puesto de dirección en la Cámara baja. Que el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, haya sido otro de los hombres cercanos al Presidente que confirmaron el desembarco de Fellner en Diputados, fue leído como un mensaje.