EL PAíS
› EL GOBIERNO COMENZO A ACERCARSE A RODRIGUEZ SAA
Un chamuyo por si las moscas
Funcionarios muy cercanos a Duhalde y “adolfistas” cerriles confesaron a Página/12 que hay conversaciones entre ambos. El Gobierno quiere apostar a seguro y De la Sota no levanta.
› Por Diego Schurman
Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Esa parece ser la flamante consigna que circula en Gobierno. Es que Eduardo Duhalde comenzó un gradual acercamiento al ascendente Adolfo Rodríguez Saá, según confirmaron a Página/12 fuentes oficiales. El Presidente quiere mantener su poder en el distrito bonaerense una vez que abandone la Casa Rosada. Y como el candidato oficial José Manuel De la Sota no logra levantar cabeza, busca un acuerdo de mutua conveniencia con el puntano, quien hoy por hoy es el postulante con mayor intención de voto para gobernar el país.
Los contactos entre el duhaldismo y el adolfismo ya no se ocultan. El diputado Oraldo Britos, encargado del armado de la campaña en la provincia de Buenos Aires, lo dejó en claro: “Si bien soy un simple operador y la palabra final la tiene Rodríguez Saá, yo como veterano en estos temas debo admitir que hay conversaciones”, dijo a este diario.
Fuera de los micrófonos nadie lo niega: Duhalde viene gestando a través de distintos medios una cumbre con el Adolfo. “Es verdad, pero hay que esperar un poco”, dijo un hombre que habla por el puntano. El tema ocupa un lugar de privilegio en la agenda del Presidente. “Hay algún chamuyo, para qué negarlo”, señaló a Página/12 un secretario de Estado, aunque resaltando que las negociaciones no están “institucionalizadas”.
Por ahora todo es informal, como la conversación que mantuvieron Duhalde y Alberto Balestrini. Hace una semana, el intendente de La Matanza –la localidad bonaerense más populosa– lo recibió en su despacho. El encuentro no estaba anunciado. Pero presentaron una buena excusa: acababan de salir del velorio de Federico Russo, ex intendente matancero. Balestrini le planteó a Duhalde acelerar los contactos con Rodríguez Saá. Le dijo que varios jefes comunales ya estaban abiertamente jugados con el puntano, entre ellos Julio Alak, de La Plata, y Raúl Othacehé, de Merlo.
–El Adolfo no para de crecer– le remarcó.
Los últimos relevamientos lo confirman. Según la consultora Research International-Analogías, la intención de voto de Rodríguez Saá es del 15,2 por ciento, seguido por Elisa Carrió con el 14 por ciento y Carlos Menem con el 11,6. En ese trabajo, publicado en Página/12, De la Sota aparece relegado al séptimo lugar.
Si bien Duhalde no dio la orden de soltarle la mano al cordobés, los lazos hacia el puntano se multiplican. Además de Balestrini, a esa tarea también está abocado el diputado de Almirante Brown Jorge Villaverde. Claro que para darle “organicidad” a las gestiones, se armó una cumbre duhaldista en Tres de Febrero.“Para negociar con el Adolfo necesitamos fortalecer y contener el aparato ante el peligro que la interna termine por desmembrarlo”, señaló un conocedor de la provincia y también del encuentro que Rodríguez Saá viene pergeñando con 25O concejales del distrito. No sólo los adolfistas han sabido meter cuña; también lo ha hecho el menemismo. En cambio, el delasotismo seduce tanto como una estufa en el desierto.
En otras palabras: para asegurar su propio futuro una vez que deje la Casa Rosada, Duhalde debe negociar –y si es posible desde un lugar de fuerza– con el peronista con más chances de reemplazarlo en Balcarce 50.
En ese sentido se entiende su deseo de evitar que el PJ compita en la interna. Prefiere negociar en el Congreso partidario –hegemonizado por su gente– una salida elegante, reduciendo a dos el número de aspirantes a la pelea. Por ahora, son cinco: además de Rodríguez Saá, De la Sota y Menem, están Néstor Kirchner y Juan Carlos Romero.
Un alto funcionario de Gobierno aseguró que el “sostén” al cordobés se mantendrá hasta la primavera, o sea el 21 de setiembre. Si en esa fecha el amperímetro no se mueve, se apostará por el puntano.
Duhalde ya supo ser flexible. En diciembre estaba jugado con Carlos Ruckauf, mientras De la Sota era el enemigo a vencer. Dos meses atrás sobrevino la esperanza blanca que representaba Carlos Reutemann, quien pondría freno a las apetencias de Menem. Y tras la deserción del santafesino se terminó inclinando por el gobernador cordobés. Rodríguez Saá aparece ahora en el horizonte. Y eso lo perciben aquellos hombres del Presidente que insisten con la candidatura de De la Sota como los adolfistas que reniegan de las negociaciones con el Gobierno. “No soy tonto y sé leer que el Adolfo está bajando los decibeles de su discurso, aunque nunca dejará de criticarnos porque no es negocio aparecer de la mano de Duhalde”, dijo un funcionario cercano al del Presidente.
La frase buscó traducir el mensaje que el puntano hizo conocer anoche en el Luna Park, acto donde había muchos socios políticos de Duhalde. Desde Aldo Rico hasta Hugo Moyano, pasando por el funcionario del Ministerio del Interior Pabló Challú. En sus discursos, ni el ex carapintada ni el jefe de la CGT rebelde mencionaron al mandatario.