Presionado por el FMI, Eduardo Duhalde exigió a los candidatos a presidente que “digan claramente” si quieren que el país llegue a un acuerdo con los organismos de crédito y “se siente con las demás naciones del mundo”. En realidad, el vocero del Fondo, Thomas Dawson, habló sólo de la “falta de consenso político” como una de las causas que retrasaban la negociación, pero Duhalde le pasó la pelota a los candidatos. “La mayoría de ellos deben estar deseando que concluyamos este acuerdo con el FMI, pero de la boca para afuera dicen otras cosas”, los apuró el Presidente.
Duhalde convocó a una conferencia de prensa en Olivos para dar respuesta a lo expresado por el vocero del Fondo. Dio a entender que cuando hablaba de ruido político Dawson no podía referirse a lo que sucedía dentro de la Rosada porque “el Gobierno está convencido, desde el momento que asumió, de la necesidad de un acuerdo con los organismos internacionales”. Y que otro era el cantar cuando se analizaban las posiciones de los aspirantes a la Presidencia. “Ahí puede que haya una duda en cuanto a que la clase política argentina quiera ese acuerdo”, dijo.
Le salió más o menos bien. Después del desafío, a pedido de Página/12, los candidatos salieron a expresar su posición:
- Adolfo Rodríguez Saá, precandidato por el PJ: “La deuda externa es el negociado más grande de la historia nacional ¿Quién recibió la plata? ¿Dónde está invertida? El pueblo argentino quiere saber de qué se trata, le guste o no al establishment y al Pacto de Olivos. Por eso este futuro presidente va a defender ese derecho del pueblo por sobre cualquier otro”.
- Néstor Kirchner, precandidato por el PJ: “Nadie con sentido común puede negar la necesidad de relacionarse y vincularse con el mundo. Pero esto de ningún modo puede implicar una subordinación a los organismos internacionales. Primero necesitamos dar sustentabilidad a la economía argentina y luego discutir con los organismos en condiciones más ventajosas para el país. No podemos permitir que nos extorsionen y que los funcionarios nacionales privilegien la negociación dejando de lado la construcción de un Estado. Luego de darle sustentabilidad a la economía se puede discutir la reprogramación. De lo contrario terminamos agigantando la fuerza de los organismos internacionales”.
- Elisa Carrió, candidata presidencial por el ARI: “No hay que seguir con las recetas del FMI que ya han demostrado que son ineficaces y que han llevado a la destrucción de la República Argentina”.
- José Manuel de la Sota, precandidato del PJ: “La actitud que ha tenido el FMI hacia la Argentina ha sido cruel porque no está ayudando a los países socios sino que los está arruinando. Ha tenido una actitud antiargentina. Hay que explicar que la Argentina no va a poder pagar la deuda completa, sino sólo el 30 por ciento. Pero para poder pagar esta parte necesita que se abran los mercados. Si la Argentina no vende, no puede pagar. Al país que más nos compra más le podemos devolver. Así demostraríamos que no somos un país tramposo, sino que necesitamos que se abran los mercados. Pero también necesitamos mayores plazos y una disminución en la tasa de interés”.
- Angel Rozas, precandidato de la UCR: “Hay quienes niegan todo acuerdo con el FMI y pretenden desconocer los compromisos internacionales. Eso nos conduce a un callejón sin salida. Están los que quieren un acuerdo con el FMI a cualquier precio, supeditando la reconstrucción de la economía a esta única hipótesis. De esta forma no se trabaja sobre un plan alternativo que ordene la economía y articule los recursos nacionales. Lo que hay que hacer es trabajar por un proyecto nacional pensando en movilizar nuestras propias fuerzas y recursos. A la vez, no interrumpir la negociación, pero sí hacerlas sobre la base de que no aceptaremos cualquier condición o interés y mucho menos cualquier imposición”.
- Rodolfo Terragno, precandidato por la UCR: “¿Qué debe hacer la Argentina con el FMI? El default es una desgracia que tiene una sola ventaja, que no se ha querido o sabido aprovechar: obliga a los acreedores a sentarse a negociar y al deudor a presentar un plan de desarrollo que asegure sucrecimiento y, por lo tanto, su capacidad de repago. La Argentina debe tomar la iniciativa, presentar primero un plan trienal de desarrollo económico, en segundo lugar un programa fiscal plurianual con metas realistas, y por último un esquema de reestructuración de la deuda con quitas y esperas. Con esos elementos, sentarse a negociar. La negociación debe incluir, dentro de los márgenes que permite la OMC, preferencias y acceso a los mercados de los países acreedores”.
- Carlos Menem, precandidato por el PJ: “Nuestra postura como siempre es respetar los compromisos internacionales con una negociación justa para las partes. En un contexto de negociación justa y posible. Debemos dinero a los organismos internacionales y hay que generar recursos para pagar. Nadie puede negar los compromisos adquiridos”.
- Juan Carlos Romero, precandidato por el PJ: “Lo primero que debe hacer la Argentina es fijar un rumbo. Cuando el mundo observe que existe un gobierno serio, con disciplina fiscal, autonomía total del Banco Central, sin emisión y con una política monetaria firme, no va a ser necesario ir a explicar nada, sino que los propios organismos van a observar esa seriedad y sin que nadie lo pida, se iniciaría una conversación que terminaría en una negociación beneficiosa para la Argentina. El hecho que Argentina no haya definido su rumbo en los últimos tiempos ha hecho que hasta el portero de un hotel de Estados Unidos nos rete como a chicos porque observan un barco a la deriva”.
- Ricardo López Murphy, candidato presidencial: “La propuesta de repetir el esquema de Brasil es razonable. Crear un consenso básico con los candidatos para que acuerden pautas mínimas indispensable para que el FMI se expida. Esto llevaría a que se lograra una renegociación más larga y amplia que pueda involucrar al próximo gobierno inclusive. No obstante, el Gobierno tiene cierta incapacidad de poder sentar a los candidatos en la mesa porque es débil, y al mismo tiempo está en medio de una interna en la cual ni ellos saben como salen. Yo me sentaría a acordar. Sin embargo, el FMI sabe lo que yo pienso: que cometió muchos errores, pero también sabe que es indispensable un apoyo explícito de parte de un organismo internacional. Yo para el FMI soy creíble porque lo que prometo lo cumplo, cosa que otros candidatos no pueden decir”.