“Este es un acto contra la trampa electoral, contra la represión, contra el FMI, Repsol-YPF y Telefónica-Telecom, contra la corrupción y los tarifazos”, enfatizó el actor Norman Briski, uno de los locutores del multitudinario acto de ayer en Plaza Congreso que se convocó con la consigna “Que se vayan todos para que el pueblo decida”. Además de esa concentración se realizó gran cantidad de actos en distintas ciudades del interior del país (ver aparte), así como cortes de ruta por agrupaciones piqueteras y escraches. Los diputados Elisa Carrió y Luis Zamora y el titular de la CTA, Víctor De Gennaro, principales referentes de la protesta, anunciaron que la campaña para impulsar la consigna que se originó en las movilizaciones del 19 y 20 de diciembre continuará el 13 de setiembre con un abrazo al Congreso para exigir el juicio político a la Corte y en quince días con un paro con marcha hacia la Plaza de Mayo.
Si bien en la convocatoria participó más de un centenar de agrupaciones barriales, estudiantiles, sindicales, piqueteras, de la pequeña y mediana empresa, de productores agrarios y organizaciones de derechos humanos, la intención de los organizadores fue principalmente atraer la participación de los numerosos ciudadanos que no pertenecen a organizaciones ni partidos pero que apoyan esa consigna como se demuestra en todas las encuestas y sondeos de opinión. Con ese fin se planteó que no habría oradores ni banderas partidarias.
Esta propuesta no fue aceptada por los partidos de izquierda que se sumaron al acto, por considerarla “discriminatoria”. En el pequeño palco, montado sobre la entrada principal al Congreso, no hubo oradores y en su lugar, los actores Norman Briski, Héctor Bidonde y Norberto Gonzalo leyeron las consignas de la convocatoria, los centenares de adhesiones de todo el país y quedaron afónicos de corear una y otra vez “Que se vayan todos, que no quede, ni uno solo”.
Pese a la tarde fría, mucha gente comenzó a llegar al Congreso a partir de las 18. Como no se trataba de una marcha, no llegaban encolumnados y la mayoría participó de esa manera en el acto. Los partidos de izquierda se concentraron sobre la avenida Rivadavia en una extensa columna, aunque bastante espaciada, que llegaba hasta el final de la plaza. Sobre Entre Ríos, desde Hipólito Yrigoyen hasta Rivadavia, se fueron ubicando las agrupaciones gremiales y la gente suelta. La multitud ocupó en forma apretada toda la avenida, incluyendo la vereda del Congreso, hasta el monumento, cuyas escalinatas fueron usadas a modo de tribuna.
Si bien los organizadores se mostraron satisfechos por el acto, expresaron que los cortes en el servicio de trenes impidieron la llegada de más contingentes del Conurbano. Por otro lado señalaban que la intención de esta primera actividad en la campaña “para que se vayan todos” había sido realizar muchos actos en todo el país y en el Gran Buenos Aires para permitir la participación de la mayor cantidad de personas.
A falta de oradores, los manifestantes bailaron a los saltos para entrar en calor con “se viene el estallido” de la Bersuit Vergarabat y repitieron a gritos el estribillo de una canción de Ignacio Copani: “No voy a ser tan tarado de repetir la historia, de darles el voto a los que te mienten y nos saquean, y ahora se sorprenden porque en la calle los putean”, mientras sobre la vereda de la plaza, un grupo del Centro de Estudiantes de la Escuela Nacional de Bellas Artes pintaba un mural alegórico al Fondo Monetario y otro manifestante saltaba con un sapo de papel maché que simbolizaba “todos los sapos que tuvimos que tragarnos”. Finalmente, los partidos de izquierda asistieron con sus banderas, pero también lo hicieron las agrupaciones gremiales y se vio algún cartel del ARI, así como otros que identificaban a las asambleas, a grupos de ahorristas y la red solidaria de deudores. De todos modos, todas las banderas estaban unificadas por la consigna “Que se vayan todos”, y las de los partidos de izquierda agregaban diversas variantes de Asamblea Constituyente, según la que propone cada uno.
Desde el palco, los locutores se esforzaban por destacar la importancia de haber logrado una convocatoria de unidad “porque se van a ir todos si de este lado somos muchos los que empujamos”.
Elisa Carrió y Luis Zamora estuvieron presentes entre la multitud, no así De Gennaro, que tuvo problemas para regresar a tiempo de Santa Fe. También se encontraban Juan Carlos Dante Gullo, el ex diputado Pino Solanas, el diputado Francisco “Barba” Gutiérrez y la legisladora Vilma Ripoll. “Hoy dimos el primer paso –señaló el dirigente de Autodeterminación y Libertad, Luis Zamora– y si el pueblo lo decide, se tendrán que ir todos; el que se quede lo hará en un lugar que la población repudia.” Por su parte, De Gennaro expresó que “hoy vivimos el preludio de lo que será el mes de setiembre, de lucha, rebelión y esperanza para el pueblo, vamos a quebrar las políticas del no se puede”. “Esto es lo que queríamos –enfatizó Carrió–, que la gente independiente se involucre y que ponga el cuerpo para hacer otro país.” Al finalizar, se cantó el Himno y la desconcentración se produjo sin incidentes.
Poco antes de que finalizara el acto en Congreso, la columna de los partidos de izquierda, así como numerosas asambleas, comenzaron a marchar hacia la Plaza de Mayo, donde realizaron otro acto también con la consigna “Que se vayan todos”, agregando la exigencia explícita de “que se vaya también Duhalde”. Los manifestantes marcharon por avenida de Mayo, arribaron a la Plaza donde se leyó un documento y finalmente se desconcentraron en forma pacífica.