Vie 07.12.2007

EL PAíS  › ARGENTINA INTERVENDRA EN LAS NEGOCIACIONES POR LOS REHENES EN COLOMBIA

En busca de una solución regional

Cristina Kirchner invitó al traspaso de mando a la madre de Ingrid Betancourt, con lo que todas las partes involucradas en el conflicto por los rehenes en Colombia coincidirán el lunes y martes en Buenos Aires. La decisión llegó con una carta que el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, le envió a Néstor Kirchner.

› Por Fernando Cibeira

La Argentina decidió intervenir activamente en las negociaciones por la liberación de rehenes en Colombia. Luego de una carta enviada ayer por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, a Néstor Kirchner, pidiéndole apoyo en las gestiones, se conoció que Cristina Fernández de Kirchner cursó a Yolanda Pulecio, la madre de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, una invitación especial para que participe de la ceremonia de asunción. De esta manera, el lunes y martes próximo en Buenos Aires estarán representadas todas las partes interesadas en el caso –Francia, Colombia, Venezuela, los familiares de Betancourt y los recién ingresados en las conversaciones, la Argentina y Brasil–, con la firme intención de reencauzar las negociaciones ahora trabadas por la disputa creada entre Alvaro Uribe y Hugo Chávez.

La Argentina y Brasil venían realizando discretos contactos para que las negociaciones no volvieran a fojas cero, tal como anticipó ayer Página/12. Los gobiernos de ambos países se manejaron con la convicción de que la solución al problema sólo podía darse dentro de la región y que era imposible que llegara de países como Estados Unidos o de Francia, interesados en la cuestión, pero con evidentes dificultades para conversar con todas las partes.

En ese sentido, la buena relación de la Argentina y Brasil con Colombia y Venezuela opera como aliciente para la reapertura de las negociaciones. Sobre todo por el ascendiente que muchos le reconocen a Kirchner sobre el temperamento bravío de Chávez y porque Lula siempre procuró mantener una relación fluida con Uribe.

Chávez inició una gestión mediadora entre el gobierno colombiano y las FARC, que quedó desarticulada cuando Uribe se enteró de que había conversado personalmente con el jefe de las fuerzas armadas colombianas, algo que consideró inaceptable. La mediación cayó, y Uribe y Chávez reflotaron sus viejos rencores diciéndose de todo.

En el medio se conoció la desoladora foto de Ingrid Betancourt en cautiverio, extremadamente delgada y con expresión triste. El hallazgo llegó junto a algunas cartas en las que describía a sus familiares sus sombríos sentimientos a casi seis años de permanecer rehén de las FARC.

Las repercusiones dispararon una nueva reacción del gobierno francés, que desde hace tiempo tomó cartas en el asunto por la nacionalidad franco-colombiana de Betancourt. Lo mismo la familia de la cautiva, que reactivó la ofensiva para que las partes interesadas no se mantengan indiferentes a la suerte de los rehenes de la guerrilla.

Sarkozy se dirigió por televisión al jefe de las FARC, llamándolo “señor Marulanda”, pidiéndole “solemnemente” la liberación de Ingrid Betancourt. Ayer continuó las tratativas enviándole una carta a Kirchner y solicitando su apoyo a las gestiones (ver recuadro).

El miércoles, Yolanda Pulecio, madre de Betancourt, había “suplicado” la ayuda de Lula y del gobierno brasileño para apuntalar las negociaciones.

Región

Los pedidos coincidieron con la reactivación de los contactos entre la Argentina y Brasil por esta cuestión, a la que nunca le perdieron el ojo.

El canciller Jorge Taiana tiene una larga amistad con Yolanda Pulecio, desde cuando ambos coincidieron como embajadores de sus países en Guatemala, a mediados de los ’90. Mantuvieron el vínculo y eso llevó a que en los últimos tiempos Taiana interesara a los Kirchner en el caso Betancourt.

Néstor y Cristina Kirchner recibieron a la madre de Ingrid en mayo pasado. Cuentan que la presidenta electa quedó conmovida por la historia que le narró, con una descripción minuciosa de los años que lleva tratando de conseguir la liberación de su hija. “La solidaridad del gobierno argentino me da fuerzas”, les agradeció entonces la mujer.

Taiana suele conversar del caso en sus periódicos contactos con su par brasileño, Celso Amorin. La intención de ambos países es que los avances que había conseguido Chávez no quedaran en la nada por culpa de su pelea con Uribe.

“Esto es una gestión humanitaria, las cuestiones políticas tienen que estar a un lado”, repetían ayer en la Cancillería argentina. “Las FARC utilizan como interlocutor a Chávez, eso no se puede perder”, ponían como ejemplo.

Decididos a que, como proclaman, la solución al problema se gestione en la región, Brasil y la Argentina pasaron en las últimas horas a la acción.

El miércoles, el gobierno brasileño anunció que ofrecería sus “buenos oficios” para la solución del conflicto. “Haremos todo con estrechísima observancia de los principios de no intervención en los asuntos internos de Colombia y siempre oyendo las ponderaciones del gobierno colombiano”, se encargó de puntualizar el asesor de Lula en Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García, cuestión de no avivar resquemores.

Ayer, la propia Yolanda Pulecio reveló que había sido invitada por Cristina Fernández a la ceremonia de traspaso de mando. La madre de Betancourt llegará el domingo por la mañana junto a la senadora colombiana Piedad Córdoba, pieza fundamental en la mediación encarada por Chávez. Ellas participarán como invitadas especiales en todas las actividades oficiales previstas para el domingo y el lunes. El martes, ya como presidenta en ejercicio, Cristina Kirchner las recibirá en la Casa Rosada en una audiencia pautada para las 17.30.

Para entonces, la presidenta argentina habrá mantenido encuentros con las otras partes involucradas. El lunes, poco después de tomarles la jura a los ministros en el Salón Blanco, en su primera audiencia, Cristina Kirchner verá al primer ministro de Francia, François Fillon, quien viaja con el mandato de Sarkozy de encontrarle alguna salida al problema. Con una agenda apretadísima, el martes a las 11.30, la presidenta electa se encontrará con Alvaro Uribe y a las 17 con Hugo Chávez.

Es decir que cuando se reúna con Yolanda Pulecio, ya tendrá un panorama claro de la posición de cada país y, tal vez, la punta del ovillo que sirva para desmadejar la cuestión.

No será la única en tema. Todos en Buenos Aires andarán tras la búsqueda de una salida al conflicto que, indudablemente, ganará espacio en los diarios extranjeros al propio traspaso de mando. Tanto Fillon como Lula ya tienen pautadas reuniones con Uribe con temario definido.

La suerte de un puñado de personas podrá definirse de acuerdo con lo que se discuta durante dos días en Buenos Aires.

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