Sáb 15.12.2007

EL PAíS  › DOS SINDICALISTAS ROSARINOS DENUNCIARON QUE FUERON BALEADOS

“Sabemos que es Moyano y compañía”

El secretario general del Sindicato de Recolección y Barrido de Rosario, Humberto Díaz, acusó directamente al líder de la CGT por la balacera que sufrió uno de sus afiliados. Desde las huestes del camionero aseguran que son hechos policiales.

Con sólo una hora de diferencia, dos sindicalistas de Rosario fueron presuntamente atacados a tiros y otros tres fueron detenidos como principales sospechosos de uno de los atentados. El hecho tardó en dilucidarse y, desde uno y otro bando, en el día de ayer optaron por cerrar sus celulares. Sin embargo, por la mañana, cuando el episodio se mostraba aún confuso, el secretario general del Sindicato de Recolección y Barrido, Humberto Díaz, involucró abiertamente a Hugo Moyano en uno de los casos: “La quiero hacer corta. Ya sabemos que es Moyano y compañía. Todos estamos en riesgo y sabemos quiénes atacaron al compañero”, advirtió. De fondo, para el jefe cegetista renace el fantasma del crimen del tesorero del Sindicato de Camioneros, Abel Beroiz, de hace 17 días, en la misma ciudad, y la balacera sufrida por otro trabajador el lunes último en Parque Chas. Así, en una semana en la que estuvo en boca de todos por los desafíos al nuevo gobierno, los problemas se le siguen acumulando.

Las víctimas, que resultaron ilesas, se llaman Alberto Albornoz e Ignacio Céspedes. El primero tiene 41 años, trabaja en la empresa de limpieza Cliba y es secretario gremial del Sindicato de Obreros de Recolección y Barrido Manual de Calles de Rosario, que responde a Moyano. El segundo trabaja en la firma LIME, es miembro de la comisión directiva y tiene un grado de vocal en el sindicato que dirige Díaz. El hecho estaría relacionado con una batalla interna entre ambos sectores por la afiliación de los empleados de las empresas de recolección de basura.

Según la denuncia que Albornoz formuló ante la comisaría 11ª de Rosario, el atentado ocurrió minutos antes de las 6, cuando salió de un galpón y se trasladaba en su Peugeot 505 por el cruce de las calles Ayacucho y Uriburu. El dirigente aseguró que dos autos –un Renault 9 y un Fiat Palio– se le pusieron a la par y que desde el primero, en el que había dos hombres a bordo, se efectuaron dos disparos contra su auto.

“Eran dos delegados, yo los vi y también mis dos amigos. Son del Sindicato de Barrido y Limpieza”, acusó el dirigente en declaraciones a Radio 2 de Rosario. Albornoz explicó que hay muchos trabajadores de ese sindicato que se pasaron al que él integra, pero dijo que por ahora no podía relacionar el atentado con ese hecho. “Nosotros trabajamos para la gente, lo que hagan los demás no nos importa”, afirmó.

Debido a que la víctima aportó numerosos datos y los nombres de quienes tripulaban el auto, inmediatamente se realizaron varios operativos, en uno de los cuales se detuvo a dos delegados del Sindicato de Recolección, Barrido y Limpieza. Se trata de dos empleados de otra empresa de limpieza, LIME, cuya identidad no fue suministrada y que en las próximas horas serán indagados por la jueza de instrucción Roxana Bernardelli. A la par, en otro allanamiento efectuado en un estacionamiento ubicado en Buenos Aires y Montevideo, la policía encontró el Renault 9 que describió Albornoz y, tras una discreta guardia, sorprendió a un hombre que se dirigía a abrirlo y también lo detuvo. Dentro del vehículo se hallaron dos revólveres, uno calibre 32 y otro 38, que serán sometidos a peritajes para determinar si fueron usados en el atentado contra el sindicalista. Los voceros aseguraron que ya se comprobó que el auto pertenece a uno de los sospechosos.

A modo de respuesta, Díaz denunció públicamente que la agresión contra Céspedes fue una hora antes que la sufrida por Albornoz, y comentó que ésta no es la primera agresión que sufre: “A este muchacho es la segunda vez que lo balean”, subrayó. “Hay otros también” a los que le pasó lo mismo, confesó. “Les tiran cuando pasan. Hemos hecho denuncias, pero no pasa nada”, añadió. Un dato no menor es que al cierre de esta edición ninguna denuncia formal se había realizado por el caso.

“Después de lo que le pasó a Beroiz, todos estamos en riesgo”, dijo Díaz. Así, se refirió al misterioso homicidio del dirigente camionero, del que los investigadores policiales creen que se trató de un crimen por encargo Por su parte, desde el moyanismo aseguran que tanto los casos de Beroiz como el del trabajador de Parque Chas fueron meros robos. Y, respecto de lo sucedido ayer, anuncian que se trata de un conflicto ajeno a ellos.

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