Lun 02.09.2002

EL PAíS  › DE LA SOTA DIJO QUE NO SE BAJA DE SU CANDIDATURA

Con la autoestima bien alta

Las encuestas lo muestran prácticamente detrás de todos los aspirantes del PJ. Y ve cómo el Gobierno vira su apoyo hacia Rodríguez Saá. Sin embargo, asegura que sigue en carrera.

Ya pasó casi un mes y medio desde aquella tarde en que apareció junto a su familia en los jardines de la Casa de Gobierno de Córdoba anunciando que aspiraba a “conquistar la confianza de los argentinos”. Sin embargo, desde su lanzamiento a la carrera presidencial, José Manuel de la Sota apenas si aumentó en algunas décimas la escasa cosecha que venía obteniendo en las encuestas. Tanto es así que, sigilosamente, el Gobierno ha comenzado a ensayar formas para distanciarse de su candidatura que con tanto entusiasmo apadrinó hasta hace muy poco. El cordobés, seducido y abandonado por primera vez –pero no seguramente la última–, debió salir a desmentir que esté pensando en abandonar. “No me conocen. A los que dicen que me bajo, los invito con gusto a mi asunción”, respondió el todavía candidato.
Para justificar su permanencia en la campaña, De la Sota sacó de la manga algunos datos que no son los que vienen apareciendo en los diarios. Sostuvo que un sondeo reciente de la encuestadora de Manuel Mora y Araujo le dio 6 puntos, cuando hace dos meses lo tenía en apenas 1,5 por ciento. Y que ninguno de los otros candidatos superaba el 15 por ciento por lo que, si mantenía ese nivel, en 30 días los superaría. “Soy el que más creció”, aventuró.
Sin embargo, no son los mismos números que manejan en la Casa Rosada.
Allí tienen cifras similares a las que aparecen en el trabajo de Hugo Haime que hoy Página/12 publica en la página 3. Allí puede verse la progresión de la intención de voto de De la Sota: en junio lo elegía el 1,9 por ciento mientras que ahora lo hace apenas el 2,7 por ciento. Eso no sólo lo muestra lejísimo del 22,9 por ciento de Adolfo Rodríguez Saá, sino que también lo superan con holgura dentro del PJ Carlos Menem y Néstor Kirchner. Es más, De la Sota ni siquiera consigue empardar al radical Rodolfo Terragno, quien recién acaba de lanzarse.
Por eso, son varios quienes dentro del duhaldismo consideran que no tiene sentido mantener su apoyo al cordobés, a quien suelen organizarle concurridos actos en el conurbano. Hay dos líneas: están quienes son de la idea de reforzar los diálogos con Rodríguez Saá y, por otro lado, quienes sueñan con la vuelta al ruedo de Carlos Reutemann (ver aparte).
Alguna señal se vio ayer en las declaraciones del secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, quien se mostró bastante amistoso con Rodríguez Saá. “Es un hombre reconocido en el partido”, lo alabó el funcionario, pese a que el puntano toma distancia del gobierno de Duhalde en sus declaraciones públicas. “En algunos lugares las encuestas le dan muy bien”, continuó Fernández.
Para demostrar que es indiferente a estos dimes y diretes, De la Sota continuó ayer con su campaña con una visita al departamento de Dean Funes, en el norte de Córdoba. Desde allí se mostró en contra del “que se vayan todos”. “Es sólo un eslogan de campaña de dos candidatos”, sostuvo, en referencia a Elisa Carrió y Luis Zamora.

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