EL PAíS
El duhaldismo comenzó a drenar hacia “el Adolfo”
Alak, intendente de La Plata, y Balestrini, de La Matanza, se reunieron ayer con Rodríguez Saá. Le contaron que Duhalde quiere acercarse al puntano. El Presidente está preocupado por el futuro del PJ bonaerense. Los concejales que saltaron.
› Por Martín Piqué
Llegaron al Hotel Sheraton a la mañana. Entre turistas extranjeros fascinados por el poder del dólar, los esperaba Adolfo Rodríguez Saá. El candidato que encabeza las encuestas eligió la cadena hotelera norteamericana por cuestiones de seguridad. Y allí suele realizar las reuniones privadas, ésas que prefiere que no aparezcan en los primeros planos. Como la de ayer, cuando recibió a dos visitantes con un par de cosas en común. Ambos son intendentes del PJ, Alberto Balestrini de La Matanza y Julio Alak en La Plata, y se entrevistaron con Eduardo Duhalde el martes, en dos reuniones sucesivas que pidió el propio Presidente. “Duhalde está muy preocupado por la lucha interna. Y está viendo cómo hace para llegar a marzo”, le reveló uno de ellos, ayer, a Rodríguez Saá.
El ex gobernador de San Luis estaba acompañado por Luis Lusquiños. El jefe comunal de La Plata llegó con el diputado nacional Carlos Martínez, platense igual que él. También estaba invitado Mariano West, ex intendente de Moreno, ministro de Trabajo bonaerense y cacique incondicional de Felipe Solá. Pero West decidió no asistir, porque sabía que su presencia sería interpretada como una muestra de adhesión a Rodríguez Saá. Y West prefirió esperar un pronunciamiento público de Solá, que se produciría “en los próximos días”.
Como se esperaba, el tema que monopolizó la reunión en el Sheraton fue la intención de Duhalde de avanzar en un acuerdo con el “adolfismo”. Para eso, tanto Alak como Balestrini le contaron a Rodríguez Saá los pormenores de sus respectivos encuentros con el Presidente. “Duhalde desea que no haya elecciones internas. Y quiere que el partido se reúna el 20 de septiembre para acordar una posición para el congreso provincial que se hará el 17 de octubre”, le reveló al puntano uno de ellos. En la conversación, además, los intendentes le confesaron al candidato que habían visto “debilitado” a Duhalde. “Quiere abroquelar todas sus fuerzas para evitar que cada dirigente negocie por su cuenta”, argumentaron.
La preocupación de Duhalde quedó de manifiesto en los últimos días, cuando el Presidente activó sus contactos con Rodríguez Saá con la intención de armar una reunión cumbre con el puntano. Algunos intendentes de la provincia sugieren que Esteban Caselli y Carlos Ruckauf están tratando de negociar con los operadores del precandidato. Sin embargo, los allegados del candidato dicen que esos contactos no existieron. Y aseguran que “el Adolfo” no tiene ningún interés en acordar con el Presidente, porque hasta ahora su estrategia de negociar con cada intendente está teniendo éxito.
“Estamos desplumando a la gallina. Todos los días le sacamos de una a doce plumas. Dentro de un mes Duhalde es una gallina desplumada”, aventuró a Página/12 uno de los principales operadores de Rodríguez Saá. Según esa visión, Duhalde está en crisis, perdiendo poder en la provincia y sin ninguna posibilidad de contener los contactos con el puntano. Para los allegados al precandidato, la estrategia de disciplinar a la tropa a través de la línea “Duhalde conducción” fracasó, principalmente porque muchos intendentes no quieren a José Manuel de la Sota. Por eso, el Presidente ahora está intentando contemporizar con Rodríguez Saá. Pero, al menos en público, el entorno del “Adolfo” niega cualquier acuerdo.
Ayer, por caso, los colaboradores del ex Presidente estaban exultantes porque habían logrado que “la provincia salte la cerca”. Con esa frase, se referían al encuentro que tuvo lugar en SMATA, sobre la avenida Belgrano, que fue organizado por José Rodríguez, Oraldo Britos y su sobrino Eduardo. En la sede de los mecánicos, por invitación del “adolfismo”, se congregaron más de 140 concejales de la provincia de Buenos Aires. La mayoría del PJ, que respondieron a la convocatoria sin preocuparse por las presiones o lo que dijera “el Jefe”.
Más allá de la compleja relación de amor-odio entre Duhalde y Rodríguez Saá, lo cierto es que los avances de la segunda línea duhaldista ya generaron sus efectos en los demás precandidatos. El principal ofendido nopodía ser otro que el (hasta hace un tiempo) candidato oficial, el cordobés De la Sota. Preocupado por las novedades, el Gallego convocó a una cena el martes a la noche en La Provinciana, donde se encontró con algunos pocos representantes del “duhaldismo de paladar negro”: Baldomero “Cacho” Alvarez –ex intendente de Avellaneda– y Saúl Ubaldini, entre otros. Ante ellos expresó toda su enojo con Duhalde, a quien acusó de regatearle apoyo y ensayar un doble discurso. Y prometió que arremetería contra el Presidente en sus declaraciones públicas, lo que concretó ayer: tiene “menos peso que una tutuca (pochoclo)”, casi se burló.