EL PAíS
Un aviador represor en la cúpula militar uruguaya
El diario uruguayo “La República” denunció que el comandante en jefe de la Fuerza Aérea de ese país, José Pedro Malaquín, fue el copiloto del avión que trasladó a Montevideo a los detenidos y alojados en el centro clandestino Automotores Orletti.
El actual comandante en jefe de la Fuerza Aérea Uruguaya, José Pedro Malaquín, fue el copiloto del avión en el que se realizó el último traslado a ese país de los uruguayos detenidos durante la dictadura militar argentina y alojados en el centro clandestino de detención conocido como Automotores Orletti. Así lo reveló el diario uruguayo La República sobre la base de los dichos de un testigo que aseguró haber presenciado el arribo de ese vuelo al Aeropuerto Internacional de Carrasco y el descenso de la nave de entre 14 y 15 prisioneros encapuchados, de quienes nunca se supo nada más. El traslado realizado en el marco del Operativo Cóndor fue coordinado por el coronel Uruguay Araújo Umpiérrez, a quien se vincula con la desaparición de María Claudia García Iruretagoyena de Gelman, nuera del poeta Juan Gelman.
El avión que el testigo uruguayo dijo a La República haber visto llegar a Montevideo en los primeros días de octubre de 1976 es un C-47 de la Fuerza Aérea de ese país, que acababa de cumplir el vuelo 511 desde Buenos Aires. Según su relato, después de aterrizar el avión se estacionó en el hangar de la Brigada de Mantenimiento y Abastecimiento de la aviación de Uruguay y –custodiado por militares– allí descendió un grupo de prisioneros encapuchados. Los detenidos fueron subidos de inmediato a camiones del Ejército uruguayo y trasladados con rumbo desconocido.
El matutino uruguayo afirma que al mando del avión venía el mayor Walter Pintos y que lo secundaba Malaquín, quien por entonces también era mayor. Muchos años después, en 1999, Malaquín fue designado en el cargo de comandante en jefe de la Fuerza Aérea que hoy ocupa. En ese puesto lo nombró el ex presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, quien en 1985 durante su primer gobierno ya lo había nombrado como su edecán.
Como tripulante del avión viajó el capitán Daniel Muñoz y aquella madrugada –que se presume fue la del 5 de octubre–, la Brigada de Mantenimiento y Abastecimiento con asiento en Carrasco estaba a cargo del mayor Walter Dopazzo. Araújo Umpiérrez, por entonces uno de los principales mandos del Servicio de Información uruguayo, coordinó el traslado. A Umpiérrez se lo vincula con las desapariciones del maestro Julio Castro y de la nuera y madre de la nieta de Gelman, quien nació en cautiverio en un campo de concentración de la dictadura militar y recién hace un par de años fue recuperada de manos de sus apropiadores.
Los dichos del testigo confirman y amplían la información que en su momento brindó un represor argentino. “A los que no murieron en Orletti nosotros los devolvimos”, afirmó meses atrás también a La República ese represor y agregó que “estoy seguro de se vuelo porque fue ese día que (Miguel Angel) Furci se quedó con la chiquita (Mariana Zaffaroni)”.
Jorge Zaffaroni y María Islas fueron detenidos el 27 de setiembre de 1976 junto a Mariana, quien años más tarde recuperada por su familia. Su abuela, María Esther Gatti, declaró coincidentemente con los testimonios que dan cuenta del vuelo a Montevideo que en una ocasión Furci –un ex agente de la SIDE– la manifestó que había “salvado” a su nieta al quedársela “en la escalerilla del avión” en que se iban sus padres.