“Sirvió mucho para aclarar algo que para nosotros era un agravio gratuito”, resumió ayer el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, la reunión que el jueves mantuvo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con el embajador de Estados Unidos, Earl Anthony Wayne. El agravio al que se refería era aquel comunicado del Departamento de Justicia norteamericano que reproducía las declaraciones de un acusado del caso Antonini Wilson que decía que los dólares de la valija eran para la campaña de Cristina Kirchner. Fernández sostuvo que las explicaciones de Wayne fueron “muy contundentes” y remitió al comunicado que distribuyó luego la embajada. El jefe de Gabinete le respondió también a Elisa Carrió, quien le había mandado una carta a Wayne para transmitirle su “profunda preocupación” por la relación con el gobierno argentino. “Nunca se sabe muy bien para dónde quiere ir”, le lanzó.

Según Alberto Fernández, la idea del Gobierno fue siempre mantener “una relación más madura” con Estados Unidos. Algo que al gobierno de Cristina Kirchner se le venía haciendo cuesta arriba desde que al segundo día del traspaso de mando estalló el escándalo por las revelaciones en Miami, amplificadas por un comunicado del Departamento de Justicia.

“Fue un agravio gratuito”, le dijo la Presidenta a Wayne, recordando el episodio que desencadenó una catarata de reacciones. La Presidenta la llamó “operación basura”, el ex presidente Néstor Kirchner pidió a Estados Unidos “que manden al prófugo”, por Antonini Wilson, reconvertido en testigo estrella en Miami. “La reunión fue correcta, la Presidenta pudo transmitirle al embajador su malestar por todo lo ocurrido. El embajador también pudo dar todas las explicaciones necesarias: no es menor lo que dijo acerca de que en ningún momento el gobierno de Estados Unidos afirmó que ese dinero venía para la campaña presidencial de Cristina Fernández”, dijo el jefe de Gabinete.

Uno de los datos concretos que dejó el encuentro fue la reactivación de algunos viajes en carpeta. El más importante, el del secretario para la región del Departamento de Estado, Tom Shannon, que concretará su demorada visita a Buenos Aires. En contrapartida, Alberto Fernández y el canciller Jorge Taiana fueron invitados por Wayne a viajar a Washington.

Fernández se ocupó de la carta que Carrió le envió a Wayne para expresarle su preocupación por la “complicidad” de funcionarios de ambos gobiernos para “esconder evidencias” del caso de la valija. “Hace un mes la firmante de la carta decía que sólo confiaba en la Justicia norteamericana y cuando las cosas no son como ella quiere, pone todo en duda”, dijo Fernández. Y añadió que la carta tiene que ver con “la conducta histórica de alguien que siempre va y viene, y nunca se sabe muy bien para dónde quiere ir”.