EL PAíS
› DEBATE EN LA PLATA SOBRE LA CRISIS Y LAS ALTERNATIVAS AL MODELO
Memoria y proyecto latinoamericano
› Por Luis Bruschtein
“El movimiento social argentino tuvo fuerza para desalojar al gobierno de la Alianza, pero pasaron ocho meses y no se fueron los viejos políticos ni cambió la política económica. Para salir de la crisis, hace falta un instrumento político que canalice la fuerza y los intereses de las grandes masas”, afirmó Atilio Boron, secretario ejecutivo de Clacso en la mesa “El futuro del proyecto latinoamericano, crisis y alternativas” que se realizó en el Tercer Encuentro Internacional sobre la Memoria Colectiva.
La reunión, organizada por la Comisión por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, comenzó el viernes y cierra hoy en el pasaje Dardo Rocha de La Plata, con investigadores sociales y académicos de América latina y Europa que trabajaron en siete mesas y con gran participación de público. La mesa latinoamericana fue coordinada por el diputado Alejandro Mosquera –miembro de la Comisión– y además de Boron participaron el economista Ladislaw Dowbor, de la PUC y la Universidad Metodista de Sao Paulo, y el politólogo René Mayorga, del Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios.
Dowbor indicó que de cada cien reales que están en los bancos de su país, 92 no van a la inversión productiva sino a la especulación financiera. “En el caso de Brasil esa plata va a títulos del gobierno que paga 18 por ciento de interés. Pero el banco me paga a mí seis por ciento de interés, o sea que en realidad, yo le estoy pagando 12 (18 menos 6) de interés al banco por prestarle mi plata. Pero como el Estado paga 18 por ciento, cualquier crédito que den los bancos será con un interés más alto, con lo que se hacen carísimos para la industria. Y si alguien dice que hay que bajar las tasas de interés, los famosos inversionistas extranjeros dicen que eso es intervencionista, se van del país y te refunden. Las reservas de Brasil son de 30 mil millones de dólares y un financista internacional mediano puede manejar 250 mil. No solamente no es razonable, sino que es arbitrario, es un robo con reglas de juego absurdas”.
Por su parte, Mayorga indicó que América latina está en un punto crítico porque “fracasó la transición entre economías estatistas protegidas, de bajo nivel tecnológico y poco competitivas, hacia una economía de mercado. Y así, se instaló esa economía de mercado desmantelando totalmente al Estado”. Señaló que otro factor era que “los partidos políticos habían entrado en crisis por ineficiencia y corrupción, y en vez de aumentar la gobernabilidad del Estado, le transmitieron sus problemas”. De todos modos, “no es el sistema democrático el que está en crisis; aquí están viviendo una de las crisis más dramáticas de la región y quieren echar al tacho de la basura a todos los políticos, pero no escuché a nadie que hablara de reemplazar el sistema democrático”.
Boron apuntó que los gobernantes argentinos tenían una gran responsabilidad por la situación, pero “hay que diferenciar entre los autores materiales y los autores intelectuales que fueron el FMI y el Banco Mundial, ya que aquí se aplicaron sin cortapisas las recetas de esos organismos internacionales”. Arremetió contra los operadores locales del neoliberalismo que todavía defienden la incongruencia de que un país como la Argentina que produce 70 millones de toneladas de granos, con las que podría alimentarse la población latinoamericana, tenga más de la mitad de su población en la pobreza y con problemas de alimentación.
Puso como ejemplo a Corea, que tras la guerra aplicó una política totalmente opuesta a la que les exigía el FMI y Estados Unidos: “Le dijeron que no tenía que dedicarse a la industria, que no tenía que tener fábricas automotrices ni industria naval, y ellos hicieron todo eso, protegieron su mercado: aplicaron fuertes impuestos a las empresas y castigaron al capital especulativo. Ahora tienen 13 mil dólares de PBI per cápita, el triple que Argentina y Brasil y pese a ser como la provincia de Tucumán y produce más que Argentina y Brasil juntos”.
Desde el público le preguntaron a Dowbor sobre un posible gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil. “Tiene tres bombas de retardo: la deuda externa, no hay aumentos salariales en el Estado desde hace 8 años, y se gastaron toda la plata de las jubilaciones”, afirmó. “Es difícil que el PT pueda hacer frente solo a ese desafío, pero Lula es el mayor articulador político de América latina y dependerá de su capacidad de hacer alianzas.” La pregunta para Boron fue si proponía humanizar el capitalismo. “El capitalismo no se humaniza –respondió– hay que generar una gran fuerza popular que sea suficiente para recortar la dictadura del capital. Es la forma de avanzar hacia otra sociedad. Lo contrario sería sentarse a esperar que el capitalismo se caiga solo.”