Sin detenerse en los cuestionamientos que le hacen los radicales K y que ayer quedaron expresados en boca de Miguel Saiz y Horacio “Pechi” Quiroga, el titular de la UCR, Gerardo Morales, arrancó ayer una gira por el país que imagina como el paso inicial de una “modernización” del partido. “Vamos a hablar con la gente para decirle que acá estamos, que hay 27 diputados y 10 senadores nacionales que estamos más firmes que nunca”, declaró en Paraná, punto de partida de su raid, donde volvió a criticar a su ex socio Roberto Lavagna y al kirchnerismo.

El radicalismo de Entre Ríos fue el que más resistió la confluencia del radicalismo en Una Nación de Avanzada tras la candidatura de Lavagna. Los entrerrianos pretendían que su candidato a presidente fuese un radical, pero finalmente accedieron a acompañar la postulación del ex ministro de Economía, secundado por Morales.

“Primero vayamos a Paraná”, resolvió Morales, atento a aquel antecedente, cuando diagramó la gira con la que pretende recomponer la imagen del partido tras el golpe que significó el reacercamiento de Lavagna con Kirchner. En sus viajes al interior, la conducción del radicalismo también definirá los detalles de implementación de la campaña de afiliación y reafirmación de “fe doctrinaria”, que se realizará entre el 1º de abril y el 31 de julio. Según lo dispuesto por el Comité Nacional, la ratificación del perfil opositor de la UCR será una condición que todo afiliado deberá cumplir si quiere ocupar algún cargo partidario.

Morales viajó junto a otras autoridades del radicalismo. En Paraná lo recibió el titular del Comité Provincial, Raimundo Kisser. Ambos ofrecieron una conferencia de prensa y después presidieron un encuentro partidario en el que participaron, entre otros, el senador Enrique Vera y los diputados Sergio Varisco y Gustavo Cusinato. “Fue una reunión con mucho debate político sobre el futuro de la UCR, en la que Lavagna fue blanco de las críticas.”

El ex ministro de Economía tampoco fue olvidado por Morales, que lo secundó en la fórmula presidencial el pasado 28 de octubre. “Hay 3.200.000 argentinos que votaron por nosotros y que resultaron perjudicados por la defraudación que constituye el giro de 180 grados de Lavagna”, insistió el radicalismo y arremetió también contra el kirchnerismo: “Este gobierno está dispuesto a seguir con el sistema de compra de voluntades, cooptando dirigentes, porque saben que así debilitan a la oposición, por lo tanto hay que seguir resistiendo y seguir más firmes que nunca”.

Los embates más fuertes a las autoridades de la UCR llegan desde el radicalismo K. Saiz, gobernador de Río Negro y uno de los referentes de ese sector, calificó de “ilegítimo” el mandato de Morales. “Debería irse porque le está haciendo un daño tremendo al partido”, señaló. “Esta conducción tiene una gran obsesión en perfeccionarse en el error”, acotó Quiroga, subsecretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería.