Sáb 01.03.2008

EL PAíS  › EL FISCAL ALBERTO GENTILI RENUNCIO A LA UFIDRO DESPUES DE LAS DENUNCIAS DE PAGINA/12

En el karaoke cantaron “Adiós muchachos”

El procurador general Esteban Righi aceptará la renuncia la semana que viene. También anunciará la reducción del resto de las fiscalías temáticas. Gentili participó de una fiesta privada junto con el defensor en las dos mayores causas por drogas y lavado de dinero.

El fiscal federal Alberto Adrián María Gentili renunció a su cargo de jefe de la Ufidro, la fiscalía temática encargada de investigar y respaldar a los fiscales que impulsan causas vinculadas con el narcotráfico y el crimen organizado, según confirmaron fuentes de la Procuración General de la Nación. La semana próxima el titular de la PGN, Esteban Righi, aceptará la renuncia de Gentili, anunciará la conversión de la Ufidro en una mínima base de datos al servicio de los fiscales y dispondrá por resolución la reducción general y la reestructuración de otras unidades de apoyo fiscal como las que actúan en la Anses y el PAMI. La renuncia se produce después de que Página/12 informó en dos artículos de Horacio Verbitsky que Gentili y miembros jerárquicos de la Ufidro participaron de una fiesta privada junto con el abogado Julio Virgolini, defensor en las dos mayores causas por drogas y lavado de dinero que llegaron a juicio en la historia argentina.

El vínculo con abogados de narcotraficantes no es el único cuestionamiento que recibió la Ufidro. Pese a que su creación se fundamentó en un convenio entre la Procuración y el Ministerio del Interior para investigar sólo delitos complejos, tal como consta hasta en el nombre de la Unidad de Apoyo Fiscal para la Investigación de Delitos Complejos en materia de Drogas y Crimen Organizado, todas las denuncias en las que interviene son por tenencia para consumo. Varios empleados que hicieron objeción de conciencia a intervenir en la persecución de pequeños consumidores fueron trasladados a lugares lejanos para forzarlos a renunciar. En la Ufidro “los libros de Zaffaroni sirven para nivelar la mesa”, les explicó el ahora ex Zar Antidrogas.

También la antecesora de Gentili en el cargo, la fiscal Mónica Cuñarro, lo denunció por nepotismo, causa que archivó el fiscal de Cámara Germán Moldes, y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre junto con el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel presentó una querella en su contra por consentir tareas de inteligencia ilegal sobre organizaciones políticas y sociales, causa radicada en el juzgado de Claudio Bonadío.

La “fiesta de la primavera” del 21 de septiembre de 2006 tuvo lugar en un dúplex de Uriburu 1257, propiedad de Virgolini. Gentili asistió acompañado por cuatro de los seis secretarios de cámara de su fiscalía: Horacio García, Sergio Mola, Santiago Marquevich y Marcelo Alonso. No fue la única celebración realizada allí. Página/12 informó que viernes de por medio Gentili y sus colaboradores se reúnen para cantar en el dúplex de Virgolini o en quintas del Gran Buenos Aires. También lo hacen en reuniones con personal de fuerzas de seguridad durante los cursos y jornadas que organizan en Mar del Plata, Misiones o Mendoza, lugares desde los cuales la Ufidro suele recibir informes sobre narcoterrorismo, y en los cursos de Coordinación Policial sobre Narcotráfico y Crimen Organizado para las fuerzas de seguridad del Nordeste y el Noroeste que se realizan en Buenos Aires, con invitados que se alojan en hoteles cinco estrellas.

En forma directa o por medio de sus socios, Virgolini defiende desde 1999 al capo peruano de la Villa 1.11.14 Marco Antonio Estrada González, más conocido como Marcos a secas. Gentili explicó en su descargo que Virgolini defiende a Marcos “en una causa por un delito común, de violencia física, no por narcotráfico”. En realidad se trata de homicidios cometidos durante la disputa por el control del territorio y la aparición de cadáveres de mulas evisceradas para rescatar la sustancia que transportan en su intestino. El próspero Virgolini también fue el defensor de Enrique Piana en la causa por lavado con exportaciones de oro y de uno de los serbios imputados en la causa “Viñas blancas”, de exportación de cocaína en botellas de vino.

No es el único defensor de narcotraficantes vinculado con la Ufidro. Maximiliano Rusconi fue el abogado del serbio Dragoslav Tony Ilic, procesado en 2004 luego del secuestro de 171 ladrillos de un kilo de cocaína cada uno y de 10.000 botellas de vino tinto con entre 200 y 300 gramos de cocaína diluida para su exportación a Europa, por un valor de 30 millones de dólares. Su defensa la tomó luego Virgolini, que en 2007 logró la absolución de Ilic. Verbitsky informó que Rusconi dio una charla en la Ufidro, que el propio abogado admitió. No fue sobre drogas sino “sobre la importancia de las fiscalías temáticas”, especificó.

El tema no fue caprichoso: Rusconi fue el titular de la primera fiscalía temática, la Ufitco, creada en el año 2000 para investigar delitos tributarios, y renunció al año siguiente, luego de que el fiscal Pablo Lanusse lo denunciara por malversación de caudales por la percepción de sobresueldos. Claro que la razón invocada por Rusconi fue otra: adujo cansancio ante la falta de voluntad política por perseguir delitos tributarios. La causa abierta por la denuncia de Lanusse se cerró con discreción. El caso Gentili no llegó a tanto: ningún fiscal lo denunció. El ex Zar Antidrogas adujo en su nota de renuncia que atender la fiscalía de San Isidro le absorbía demasiado tiempo como para seguir al mando de la Ufidro, sobre todo a partir de su intervención en la muerte por envenenamiento del prefecto Héctor Febres. No mencionó las denuncias de las que fue objeto en las últimas dos semanas.

La Ufidro fue creada por un convenio especial entre el procurador y el entonces ministro del Interior, Aníbal Fernández. El convenio está vencido y Fernández pasó a ser ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos. Página/12 informó hace dos semanas que el jefe de Gabinete de ministros, Alberto Fernández, era partidario de disolver la Ufidro. Fernández considera que las fiscalías temáticas son corporativas y fomentan la corrupción porque sus gastos son pagados por aquellos entes donde se producen los delitos que deben investigar. El procurador Esteban Righi, en tanto, prefería no renovar el convenio, convertirla a la Ufidro en una fiscalía más del Ministerio Público con una sustancial reducción de personal y eventualmente reemplazar a Gentili. La renuncia presentada ayer le ahorrará a Righi un pedido ingrato.

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