Se hablaba de tregua, de pacto de no agresión, y la noticia involucraba a Menem y Duhalde. Por eso, muchos se sorprendieron cuando el riojano llamó “ineptos e ineficaces” a los funcionarios duhaldistas, y también cuando el coordinador de la campaña menemista, Alberto Pierri, desafió desde el palco a todo el peronismo bonaerense que sigue encolumnado detrás de Duhalde: “Tenemos que enfrentar al aparato partidario más importante del país, que durante 10 años pudo dejar alambrada la provincia. Pero ese aparato partidario, al igual que en 1988, no va a poder contener la fuerza de la militancia organizada”, dijo Pierri, un ex duhaldista que se alineó con Menem cuando su jefe eligió a Carlos Ruckauf como candidato a gobernador. De todas formas, a pesar de los gestos desafiantes, un estrecho colaborador de Pierri admitió que el acercamiento entre Menem y Duhalde es un hecho. “Está abierto, por ahora no se cerró nada. De parte de ellos, los que más insisten son (José) Pampuro y (Alberto) Atanasof”, admitió a Página/12. La tregua en cuestión, impulsada también por Alberto Kohan, se reflejó tal vez en que Menem no nombró explícitamente a Duhalde en ningún momento del acto. Claro que en La Matanza, por abajo, la competencia se mantiene. Mientras los menemistas se acercaban al estadio, cruzaron delante de muchísimos paredones con la leyenda “Balestrini conducción”.