Otro de los que regresaron más que contentos de su paso por París fue el ministro de Planificación, Julio De Vido, que finalmente cerró el préstamo de 2500 millones de dólares con el banco francés Natixis y con la empresa ferroviaria Alstom, para financiar la construcción del tren bala. Será pagado a 30 años y con 10 años de gracia, a una tasa del 11,5 por ciento, según dijo el ministro a Página/12.

El propio De Vido, habitualmente parco para hablar con la prensa, señaló: “Creo que después del default es el préstamo del sector privado más importante que recibe la Argentina, ha despertado un enorme interés en una serie de empresas francesas que tienen ganas de venir a invertir a la Argentina”.

De Vido afirmó que el contrato de ejecución de las obras se firmará entre mediados y fines de abril y que para la ocasión viajará a la Argentina el presidente de la firma Alstom, Patrick Kron.

El ministro mantuvo aquí reuniones con Kron y con el director general de Natixis, Dominique Ferrero. Con ellos avanzó la posibilidad de que se interesen en la construcción de un tren de alta velocidad a Mar del Plata y de otro de media velocidad (170 kilómetros por hora) de Buenos Aires a Mendoza. Los pliegos de licitación para ambos emprendimiento se lanzarán en los próximos meses.

Otra obra con la que De Vido tentó a los franceses es la construcción de una red de subterráneos en la ciudad de Córdoba. “Estamos trabajando con la gente de Alstom y con el banco financista la posibilidad de hacer en tres etapas los subterráneos para Córdoba, que es un requerimiento impostergable”, sostuvo el ministro. De Vido fue el único integrante de la comitiva argentina que tuvo un trabajo paralelo al de la Presidenta, por eso compartió con ella muy pocos de los actos públicos. Sólo las reuniones con el presidente Nicolas Sarkozy y el primer ministro François Fillon.