Los especialistas en seguridad vial coinciden en que el uso racional del control fotográfico de infracciones permitiría sancionar faltas graves como el exceso de velocidad y acuerdan en que si las empresas privadas no cumplen en forma eficiente con el servicio, el control podría quedar en manos del Estado.

“La verificación de las velocidades a través de un cinemómetro o de un radar, que emite la fotomulta, es comprobadamente efectiva”, dijo a Página/12 Marcelo Aiello, gerente de Comunicación del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi). Para el experto, el control manual tiene sus limitaciones porque “contrapone la palabra del agente con la del conductor”. Por eso, sugirió que el Estado podría hacerse cargo de la compra de equipos de control.

Por su parte, Eduardo Bertotti, titular del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), opinó que los agentes de tránsito porteños “podrían utilizar pistolas radar para la medición de velocidades y la sanción de infracciones”. “Ha perdido tanta credibilidad la autoridad de aplicación, que toda infracción es cada vez más discutible. Por eso son necesarios los sistemas tecnológicos”, agregó. Bertotti dijo que “además de los equipos fotográficos utilizados hasta ahora, (los agentes de tránsito) pueden usar pistolas radar que tienen registro en pantalla o emiten tickets con los datos del vehículo y la velocidad”.