“Me dan asco todos los kirchneristas de hace veinte días que hoy aparecen como opositores.” La declaración pertenece a Elisa Carrió, que optó por cuestionar a la vez al Gobierno y al sector del peronismo que tomó distancia del oficialismo tras el renovado lockout rural. La líder de la Coalición Cívica también acusó al ex presidente Néstor Kirchner de “estar boicoteando la presidencia de su propia esposa, está boicoteando la República... Es de una perversidad... Quiere poner de rodillas al pueblo”. La dirigente opositora participó ayer de un desayuno en el club El Progreso, donde disertó junto al filósofo Santiago Kovadloff, miembro de la mesa de intelectuales de la CC. Tras el encuentro, les apuntó, sin mencionarlos, a Juan Schiaretti, gobernador de Córdoba; Carlos Reutemann, ex gobernador santafesino, y a otros que sacaron los pies del plato K en estos últimos días. Sobre ellos, llovieron los adjetivos: “truhanes”, “oportunistas natos”, “gatopardistas”.

“Repudio a intendentes kirchneristas que inauguraban obras públicas y se abrazaban con (el ministro Julio) De Vido sabiendo que había corrupción y hoy salen a la supervivencia política. A los oportunistas que ayer se sacaron la foto y hoy que bajan las encuestas son furiosos antikirchneristas y promueven el caos. Así no es”, retó Carrió, quien hizo una sola aclaración: “No estoy hablando de (Hermes) Binner”. Se refería al gobernador de Santa Fe, con quien podría integrar una fórmula presidencial en 2011, aunque recientemente lo cuestionó por haber aceptado al tren bala. “No somos saboteadores”, se diferenció y pidió “transitar esto con absoluta no violencia, muy duros en el pedido de dignidad, pero muy serenos, no nos puede ganar la pasión de la bronca, no puede haber planteos de desestabilizadores financieros... El pueblo camina en mayo hacia la historia, el Gobierno camina al pasado y ojalá no se enfrenten porque uno va para adelante y el otro va para atrás”.