La pelea entre el Gobierno y las entidades del campo se descomprimió en los últimos días. Los ruralistas levantaron el lockout y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, confirmó que hoy los recibirá para tratar de llegar a un acuerdo que ponga fin al conflicto. Pese a ello, el insólito “Indice de diálogo” diseñado por el consultor Felipe Noguera a pedido de las entidades para dar cuenta de los avances y retrocesos en la negociación continuaba ayer en menos 12, la peor calificación posible. Esto es así porque el peculiar indicador no fue actualizado desde que Página/12 reveló su existencia el domingo pasado. La última calificación corresponde al miércoles 14 de mayo, tal como puede verse en la página web de la Sociedad Rural.

El índice releva doce variables: 1) diálogo político, 2) diálogo técnico, 3) presiones políticas, 4) agresiones a través de la prensa, 5) campañas publicitarias anti-campo, 6) desarrollo de plan agropecuario de largo plazo, 7) revisión de la política para soja y girasol, 8) revisión de la política para trigo, 9) revisión para maíz, 10) revisión para leche, 11) revisión para carne y 12) revisión de la política para las economías regionales.

Los doce conceptos son, según se explica, “para que el índice sea objetivo, y no una simple sensación térmica”. El funcionamiento es sencillo, aunque cuesta comprender su utilidad. En el caso de la variable “diálogo político”, si en la última semana hubo diálogo con la Presidenta o el jefe de Gabinete se pone +1, cuando se afirma que habrá diálogo pero aún no se concreta se pone 0 y si el Gobierno anuncia que lo corta corresponde –1. Por ejemplo, ayer debería haber estado en 0, pero estaba en menos 1. Las opciones son las mismas en las otras once variables. De este modo, si el índice arroja como resultado un 12 el diálogo es óptimo, y si da menos 12 significa que la negociación tocó fondo.

Ante la consulta de este diario, algunos ruralistas definieron el medidor de diálogo como una “pavada” a la que no le prestan atención, pero otros actualizaron el índice periódicamente, al menos hasta ahora.

El atraso constatado ayer puede ser producto de un descuido, aunque también cabe la posibilidad de que se haya abandonado el uso de ese instrumento. Si así fuera, no sería la primera vez que las ideas de Noguera son descartadas.

El consultor que vinculó el lockout con “la Patria” también había propuesto que los dirigentes del agro terminaran las conferencias de prensa con una copla y luego repartieran pastelitos camperos, pero la iniciativa no prosperó. Al final no hubo coros y lo único que se repartió fueron escarapelas.