“El Mercosur es un lastre”, sentenció ayer el candidato oficialista a la presidencia de Brasil, José Serra. Estas declaraciones fueron lanzadas a la prensa 24 horas después de que su competidor Luiz Inácio Lula Da Silva expresara que “Brasil no es una republiqueta, no es Argentina”. En tanto, el presidente Eduardo Duhalde tuvo que escuchar estos nada elogiosos conceptos en Brasil, en donde intenta establecer acuerdos de comercio bilateral.
Serra no se quedó en la mera opinión y explicó que “hasta hoy no hay zona de libre comercio en el Mercosur porque toda vez que hay que tener libre comercio la Argentina se echa atrás”. Es más, el ex ministro de Fernando Henrique Cardoso consideró que Brasil “debería salir por el mundo haciendo acuerdos bilaterales, pero no puede porque tiene que cargar al Mercosur” y se animó a culpar por la devaluación del real “a quienes aún piensan que la capital de Brasil es Buenos Aires”.
Asimismo, Serra señaló que “es equivocado comparar a Brasil con la Argentina”. El candidato, que está segundo detrás de Lula en los sondeos electorales, hasta llegó a asustarse cuando le mencionaron que desde el martes el real vale menos que el peso. “Creo que es peligroso cristalizar ideas, opiniones como ésa, de que el peso está más valorizado que el real. Es un análisis errado de la evolución de los números. El valor del dólar es consecuencia de la economía mundial, de la evaluación equivocada de quien todavía piensa que la capital de Brasil es Buenos Aires”, justificó.
El Mercosur es una “monstruosidad”, aseguró José Serra porque el tratado de Ouro Preto, que en 1993 dio origen al bloque de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, fue firmado “en condiciones de desigualdad”, aseguró.
Las declaraciones del candidato, que todavía tiene chances de llegar a la primera magistratura en una segunda vuelta electoral, fueron vertidas en una entrevista pública con el diario O Estado de San Pablo.
Por su parte, Lula trató de morigerar sus declaraciones iniciales sobre la Argentina a través de sus voceros. Pero la polémica ya estaba abierta y el dólar se disparaba hasta niveles inéditos, por lo que superó al peso argentino. Mientras, la Bolsa paulista retrocedía fogoneada por la noticia de que un triunfo del líder del PT alejaría inmediatamente de su cargo al presidente del Banco Central, Arminio Fraga.