- Elisa Carrió, presidenta de la Coalición Cívica. “La batalla por el imperio de la Constitución, la República y el federalismo no está perdida. Por el contrario, estamos en medio de esa lucha y por eso convoco al campo y a la ciudadanía a no bajar los brazos y a no arrodillarse ante el autoritarismo de los Kirchner, sin violencia y con fe en la victoria de nuestros mejores valores. Me pareció magnífica la actuación de todos los diputados de la Coalición Cívica que lucharon hasta el final para que no se aprobara este proyecto. Todavía faltan el Senado y muchas cosas por delante.”

- Gerardo Morales, titular de la UCR. “Mientras el Gobierno busca retenciones altas para todos y luego ofrecer la ficción de la devolución, porque es sabido que nunca llegan al productor, desde el radicalismo proponemos un mecanismo transparente. Con una retención básica para el 100 por ciento de los productores hasta, por ejemplo, 600 toneladas de grano, y adicionales por producción, el sistema propuesto cobra progresividad. En síntesis: cobrar más a quienes producen más. Ahora continuaremos el debate en el Senado para resolver el conflicto que tiene parado al país por una tozudez del matrimonio presidencial que sólo busca más plata para su caja manejada con superpoderes.”

- Esteban Bullrich, diputado PRO. “Finalmente hubo rendición total, como pretendía Kirchner. Pero no nos equivoquemos: no fuimos nosotros quienes nos rendimos, sino los 129 diputados que votaron el proyecto del Ejecutivo. Esos diputados se rindieron para seguir mamando de la teta estatal. Incumplieron el mandato del pueblo para votar un capricho presidencial porque una decisión tomada sin fundamentos es un capricho. Primero anunciaron las retenciones como medida fiscal, pero luego el mismo Gobierno se contradijo al anunciar el Fondo de Redistribución Social. Igual sucede cuando dicen que así se controla la inflación, pero los precios siguen subiendo.”

- Vilma Ripoll, dirigente de MST-Nueva Izquierda. “Aunque logró una mayoría ajustada adentro, el Gobierno sale debilitado porque sufre un amplio rechazo social. Si bien se vio obligado a hacer algunos cambios menores, el Gobierno mantiene la esencia de su proyecto. Millones ya están viendo que con el modelo económico K no hay redistribución de la riqueza, sino desigualdad social e inflación. Esta ley perjudica a miles de chacareros y a los pueblos del interior, mientras se favorece a las exportadoras y grandes pools. Si por el descontento vuelven las asambleas y acciones, tenemos que apoyarlas y además sumar el reclamo de las ciudades, donde por culpa del mismo Gobierno sufrimos la inflación, los bajos salarios y el autoritarismo de Cristina y Kirchner.”