La armoniosa sintonía en las críticas que sindicalistas y diputados opositores volcaron al proyecto oficial sobre movilidad jubilatoria se rompió con un fuerte entredicho entre María América González y el secretario general de la CTA, Hugo Yasky. La diputada del SI tomó la palabra para preguntarles qué había sucedido con las cartas que les envió “a los dos Hugos” (Moyano y Yasky) para que la CGT y la CTA reclamaran en el Consejo del Salario la inclusión de la jubilación mínima en el debate del salario mínimo, vital y móvil, y de la que no tuvo respuestas. Yasky le respondió: dijo que ambas centrales habían planteado el tema a pesar que no forma parte del debate en el Consejo del Salario y reivindicó la lucha de la CTA “en soledad” junto a los jubilados y criticó a quienes “lucran” con esa reivindicación. Antes, dijo que había que “terminar con la litigiosidad del tema jubilatorio, que le generó un agujero negro al Estado”. La diputada y abogada previsional se sintió aludida y salió al cruce. Lo increpó al gremialista afirmando que habían sido unos pocos abogados quienes lograron sentencias judiciales que ahora fundamentan jurídicamente los reclamos, “mucho antes de que los sindicatos comenzaran a preocuparse por el tema”. Los aplausos que recibió de algunos jubilados que participaban del debate sellaron la disputa. No hubo réplica de Yasky y los representantes cegetistas prefirieron no abrir la boca.