Detalle. Su trajecito azul eléctrico contrastaba con las medias negras y los zapatos stilettos. Cristina Fernández de Kirchner, acompañada por el canciller Jorge Taiana, entró decidida al cónclave con Inácio Lula da Silva y el ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim. Los fotógrafos entraron a la sala del segundo piso del Planalto y uno registró el detalle: al cruzar las piernas, las medias le jugaron una mala pasada a la Presidenta y una corrida inoportuna logró incomodarla. A falta de sobresaltos mayores, el reportero se regodeaba con su hallazgo.

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Espejito. Los corrillos de las giras internacionales son campo de cultivo para que el séquito de funcionarios sofistique ironías. “Felipe se mira al espejo y repite: ‘Espejito, espejito ¿soy presidenciable?’. Puede desear cualquier cosa, total...” Un grupito de ultrakirchneristas dejaba así destilar su malestar con el ex gobernador bonaerense Felipe Solá, quien dijo que se considera candidato para suceder a CFK. El voto contra el proyecto oficial de retenciones móviles en Diputados es una mácula que no le perdonan.

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Indice. Si hay un tema que incomoda a los funcionarios es el Indec. Apenas se nombra la sigla y más aún el índice de inflación, las miradas se retoban y las lecturas conspirativas abundan. El aumento de los precios internacionales de los alimentos es la explicación a la que apelan para justificar los aumentos. Insisten con que hay que cambiar el índice. Defienden al polémico secretario de Comercio, Guillermo Moreno, pero conceden que “fracasó su política de control de precios”.

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Debut. Sergio Massa debutó como jefe de Gabinete en una gira internacional. “Llevo 36 días en el cargo”, contaba y repetía su estrategia para no eludir a la prensa: R+1. Respuesta y oportunidad para lanzar su mensaje. No importa qué pregunten, el tema es decir lo que uno quiere. El ex director de la Anses está gozando del recambio. Entre los kirchneristas prefieren no hablar de su antecesor Alberto Fernández. “No se podía mantener un jefe de Gabinete que desde hacía tres meses venía diciendo que se quería ir”, sentencia uno y cambia de canal. Massa tendrá la oportunidad de aplicar su fórmula los primeros días de octubre, cuando asista al Congreso a explicar qué está haciendo.

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Poderes. La ampliación del Presupuesto 2008 es una decisión tomada por el Gobierno. El debate no saldado es cómo lo van a instrumentar. No saben si hacerlo a través de un decreto de necesidad y urgencia o si enviar un proyecto al Congreso. En el medio se cuela el Presupuesto 2009 y la posibilidad de reeditar la autorización al jefe de Gabinete para reasignar partidas. “Revisando el presupuesto de la ciudad de Buenos Aires, encontré que el artículo 21 le garantiza a Macri esa posibilidad”, repetía un pingüino de la primera hora mientras refunfuñaba porque “la prensa impuso eso de los superpoderes cuando en realidad sin esa posibilidad no se puede gobernar y no tiene nada que ver con los superpoderes de Cavallo”.