Están bastante avanzadas las gestiones para que la presidenta Cristina Kirchner se reúna durante el viaje a Nueva York, que emprenderá en una semana, con el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, con quien buscará normalizar en forma definitiva la relación bilateral. En junio pasado, ambos habían llegado a compartir la misma mesa cuando la Presidenta estuvo en Roma para participar de la cumbre de la FAO pero, pese a que se especuló con ello, no hubo encuentro bilateral.

Según fuentes del Gobierno, la reunión se realizaría ahora, cuando coincidan para la Asamblea General de las Naciones Unidas. Justo allí, pero dos años atrás, Néstor Kirchner se encontró con Romano Prodi y comenzaron a encauzar el vínculo entre Argentina e Italia, maltrecho por las protestas de los bonistas italianos que sufrieron el default y luego se negaron a entrar al canje. Pero Prodi cayó, asumió Berlusconi y la relación volvió al freezer.

También existen buenas posibilidades de que Cristina Kirchner se encuentre con el francés Nicolas Sarkozy, con quien ya estuvo, en abril pasado, en París. “Estamos en pleno trámite”, respondían en Gobierno acerca de las chances de armar este encuentro. La Presidenta y Sarkozy forjaron una buena relación personal a partir de los varios contactos que mantuvieron por las gestiones para conseguir la liberación de Ingrid Betancourt y demás rehenes de las FARC.

En cambio, la canciller de Alemania, Angela Merkel, otro de los jefes de Estado europeos con los que Cristina Kirchner tiene buena llegada, no viajará a Nueva York en esta ocasión. Por eso, es muy probable que la Presidenta se reúna con el vicanciller, Frank Steinmeier. De concretarse, el encuentro también tendrá lo suyo. Steinmeier se convirtió en un “tapado” de la política alemana desde que abandonó su habitual bajo perfil para ser designado el candidato de la socialdemocracia para disputarle el puesto de canciller federal a su jefa Merkel.

Otra gestión avanzada de encuentro neoyorquino es con el primer ministro de Austria, el socialdemócrata Alfred Gusenbauer, quien ya estuvo en la Casa Rosada en mayo pasado.