Además de presidente del Congreso Judío Mundial, Ronald Lauder es heredero del emporio de la cosmética Estée Lauder, el nombre de su madre. Filántropo y amante del arte, Lauren también dirige la galería Neue, ubicada en la Quinta Avenida en el Upper East de Manhattan, dedicada a difundir el arte alemán y austríaco. En ese ámbito se dio varios gustos. Por ejemplo, adquirir algunas de las pinturas más valiosas del mundo. La presidenta Cristina Kirchner recorrió la galería junto a Lauder y una curadora que le fue haciendo de guía antes del almuerzo. La recorrida fue en un horario que habitualmente el museo está abierto al público, pero en ese momento se mantuvo cerrado para permitirle a la Presidenta moverse con tranquilidad. Así pudo apreciar el famoso y modernista retrato de Adele Bloch-Bauer I, de Gustav Klimt, que en el momento que lo adquirió Lauder por 135 millones de dólares se convirtió en el cuadro más valioso de ese momento. También “El sombrero de plumas negras” (ver foto), otra obra del mismo autor. Toda la decoración del sitio mantiene el estilo germánico de principios de siglo. Adentro, el edificio tiene un restaurante que no es abierto al público, aunque puede alquilarse para eventos privados a un costo que mejor no averiguar. Cuando la Presidenta llegó allí se encontró con otra sorpresa: el lugar simulaba hasta en los mínimos detalles un restaurante vienés de 1920.