Alberto Calvo calcula que desaparecieron entre diez y doce compañeros de varias fábricas químicas y petroquímicas en la zona de Zárate y Campana. Una cifra que no llega ni al diez por ciento de las víctimas que se produjeron en la región y bajo el Comando de la Zona Delta 400. Se estima que pudieron ser entre 200 y 400, según distintas estimaciones. Uno de ellos es Aldo Felipe Berra, delegado de la empresa Carboclor, a la que Pedro Valiente –que se desempeñó ahí– no podía entrar cuando era dirigente sindical porque los trabajadores lo repelían.

Detenido, compartió la prisión con el ex intendente de Zárate, Francisco Bugatto, su hijo, un empresario imprentero y los dueños de dos pequeños prostíbulos que se habían negado –según él– a cederles servicios gratuitos a la tropa en sus salidas nocturnas. La ciudad, que hoy tiene unos 60 mil habitantes, fue muy golpeada por la represión ilegal. “Siempre estuvieron los servicios de inteligencia de todas las fuerzas trabajando. Porque está la Prefectura para cuidar el río, la Gendarmería para custodiar los puentes, la Marina en las escuelas de marinería y de prefectura y además se encuentra el arsenal de artillería”, describe Calvo.