El gran ausente. Hugo Chávez faltó a la cumbre y su ausencia se notó. La primera explicación del faltazo fue su propia denuncia de que no estaba garantizada la seguridad. La causa real, sin embargo, era comentada en voz baja por miembros de la delegación ecuatoriana. Decidió no venir para no perjudicar las chances del candidato a presidente del FMLN, Mauricio Funes, a quien la derecha acusa de ser un “títere de Chávez”. Ex periodista, Funes tiene buenas chances para ganarle la presidencia al partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista.

Siempre listo. Se lo veía muy contento al titular de Cascos Blancos, Gabriel Fuks, por el acuerdo que había firmado con el titular de la Secretaría General Iberoamericana, Enrique Iglesias. El acuerdo fue refrendado por la propia Presidenta y busca fortalecer la formación de voluntarios ante catástrofes y situaciones de emergencia humanitaria.

Evo vs el rey. La imagen paralizó por un instante a los periodistas españoles, que se concentraron delante de las pantallas gigantes del centro de prensa. El presidente boliviano, Evo Morales, había dicho que una frase del rey Juan Carlos sobre la crisis internacional le había producido sorpresa. Enseguida aprovechó la mención al monarca para cuestionar a aquellos que quieren “salvar al capitalismo” buscando recetas que retrasen la crisis. A falta de un Chávez polémico, el duelo esta vez lo aportó un mandatario con rostro de indio. Aunque el contrapunto no llegó a tal.