Las Bolsas mundiales se hundieron ayer tras la publicación de nuevos indicadores negativos para la economía global, como la entrada en recesión de Estados Unidos y la incertidumbre sobre la suerte del sector del automóvil. La toma de ganancias, después de varias ruedas positivas consecutivos, también fue determinante en los desplomes bursátiles, según analistas.

La Bolsa de Nueva York cayó fuertemente al término de una jornada marcada por el anuncio oficial de la entrada en recesión de Estados Unidos, luego de cinco sesiones consecutivas en alza: el Dow Jones perdió 7,7 por ciento y el Nasdaq 8,9. En tanto, la Bolsa de Toronto se hundió, perdiendo más de 9 por ciento. También en América latina imperaron las caídas: la Bolsa de San PaBlo cayó 5,1 por ciento, Buenos Aires, 6,9 y México, 4,9. En Europa, Francfort cayó al cierre 5,9 por ciento, París, 5,6, Londres 5,2, Milán 6,3 y Madrid 4,5. En los mercados asiáticos, la Bolsa de Tokio cerró a la baja de 1,4 por ciento y Hong Kong subió 1,6.

Los ministros europeos de Finanzas se reunieron ayer para examinar el plan de relanzamiento económico de 260.000 millones de dólares (200.000 millones de euros) propuesto por la Comisión Europea. Los indicadores negativos se acumulaban en Europa, pero también en Asia y Estados Unidos. En Alemania, en recesión, las ventas minoristas se redujeron 1,6 por ciento en octubre, muy por encima de lo previsto. China registró una nueva ralentización de su sector manufacturero y Japón sufrió en noviembre una caída histórica de sus ventas de vehículos nuevos, del 27,7 por ciento interanual, su peor declive desde 1969.

En Estados Unidos, los gastos de construcción cayeron un 1,2 por ciento en octubre y el índice ISM de la actividad industrial se precipitó en noviembre hasta su nivel más bajo desde mayo de 1982, a 36,2 puntos. El sector del automóvil se encuentra en el ojo del huracán. En Europa, la matrícula de vehículos nuevos se hundió en España (49,6 por ciento interanual en noviembre), Italia (29,5 por ciento) y Francia (14,0 por ciento). En este contexto, los inversores aguardan ansiosos las nuevas medidas que podrían tomar pasado mañana el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra.