Desde Caracas

“Pagaremos. Hay un acuerdo y se va a cumplir. Somos gente seria”, dijo el presidente venezolano Hugo Chávez cuando los periodistas argentinos le preguntaron qué ocurriría con la compensación estatal que reclama el grupo Techint por la nacionalización de Sidor, la mayor acería de la región andina y el Caribe. Después del largo acto en el que se firmaron los acuerdos entre ambos países la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio a entender que el tema había estado presente en la charla privada con el bolivariano. “Hablamos de todo lo que teníamos que hablar”, aseguró.

Chávez ordenó en abril la renacionalización de Sidor luego de una protesta de los trabajadores por un retraso en la firma de un convenio laboral colectivo en la planta. Ternium, del grupo Techint, es propietaria del 60 por ciento de Sidor. El año pasado, Venezuela y la empresa Ternium habrían pactado un pago de 1650 millones de dólares por el 50 por ciento de la siderúrgica, con lo que el conglomerado se quedaría como accionista minoritario con un 10 por ciento. Pero la operación no se concretó.

La visita de Cristina Kirchner a Venezuela sirvió para abordar el tema. Aunque no estuvo en el Palacio de Miraflores, estaba en Caracas ayer Luis Betnaza, director de Techint, a quien se vio en el hotel donde se alojó la comitiva argentina. Según confirmó a Página/12 un importante funcionario del Gobierno, ayer se acercaron posiciones entre la empresa y la administración de Chávez, aunque todavía se discuten la forma y los plazos del pago.

Por el lado venezolano también se confirmaron las negociaciones. El ministro de Industrias Básicas y Minería, Rodolfo Sanz, de cuya área pasará a depender la empresa, señaló que estaban “a punto” de cerrar un trato con el grupo siderúrgico Ternium sobre la compensación estatal que recibirá por la estatización de Sidor. “Estamos a punto de cerrar la negociación, estamos avanzando”, dijo Sanz luego del encuentro entre Chávez y Cristina Fernández.

En el gobierno argentino se especulaba con que si Chávez paga a Techint, el grupo destinará el dinero a continuar con las obras que tiene paralizadas para la ampliación de un Alto Horno en la localidad de San Nicolás. Esa decisión motivó a los contratistas de la empresa a despedir a 2300 trabajadores. El conflicto se encuentra en suspenso porque el gobierno resolvió dictar la conciliación obligatoria. De acuerdo con los cálculos oficiales, a la obra le faltan apenas cinco meses para concluir.