Los dos detenidos por el robo y agresión a Jorge Rivas están procesados, con prisión preventiva, y a la espera de que el Tribunal Criminal nº 10 de Lomas de Zamora fije la fecha para el juicio oral. Están procesados por “robo agravado y lesiones graves”. Sus nombres son Rubén “Titi” Domínguez y José Ojeda y fueron detenidos en un allanamiento en el barrio Chaco Chico de Lomas de Zamora a partir del rastreo del celular que Rivas llevaba en el momento del robo. Un entrecruzamiento de llamados hizo posible el arresto. En la madrugada del asalto, los dos asaltantes se llevaron el auto de Rivas, un Volkswagen Gol Country, su maletín y su celular. El portafolio apareció horas después del robo en la vera del Camino Negro. El auto apareció al día siguiente en Villa Centenario, otro barrio de Lomas.

La noche del 13 de noviembre de 2007 Rivas había cenado con un grupo de militantes socialistas en el restaurante La Picaza de Lomas de Zamora. Cerca de la 1 de la madrugada, se retiró del restaurante y se detuvo en una farmacia a comprar medicamentos. La farmacia estaba ubicada en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Oliden, una zona bastante transitada. Rivas estacionó su auto frente al comercio, ubicado frente a una estación de servicio Shell. Se movía sin custodia ni coche oficial. El playero de la estación de servicio declaró como testigo: dijo que vio a dos individuos que se acercaron por atrás y uno lo golpeó. Según ese testimonio, el golpe no se habría realizado ni con un palo ni con un arma. Rivas cayó al piso inconsciente. Esa madrugada fue atendido en el hospital Gandulfo de Lomas y en el sanatorio Itois de Avellaneda. Los médicos que lo atendieron le encontraron una hemorragia cerebral y un golpe punzante en el pómulo derecho. Al día siguiente de la agresión, fue trasladado al Instituto Fleni. Estuvo cuatro días en coma. Hoy sigue con su rehabilitación neurológica en la Clínica Basilea.