Prolijidad. La demora de la llegada de Giustiniani al encuentro con la prensa junto a Morales y Carrió motivó las bromas acerca de los hábitos del socialista, reconocido por su prolijidad. A medida que pasaban los minutos se especulaba con la posibilidad de que estuviera “planchando la camisa u ordenando la valija”. “Imaginate lo que es la valija de un socialista: todo dobladito, planchadito y ordenado”, dijo entre risas uno de los principales dirigentes de la UCR. Al llegar Giustiniani acusó al dirigente radical cordobés Mario Negri, por las bromas que le habían hecho, pero en realidad el autor de los comentarios fue el senador nacional Ernesto Sanz. “De Sanz no lo creo, pero de vos, Negri, sí”, remató Giustiniani.

Amargura. No sólo los radicales se quedaron con las ganas de tener a Julio Cobos en Mar del Plata. Algunos de sus hombres de confianza habían organizado un acto en la sede de Luz y Fuerza con el objetivo de recibirlo y dar una demostración de poder a metros de la Convención Nacional. Sin embargo, la cancelación de último momento del vicepresidente terminó por amargar a los cobistas bonaerenses.

Menopausia. Elisa Carrió repasó con cariño y hasta con humor la relación que mantuvo en los últimos tiempos con el ex presidente Raúl Alfonsín: aseguró que no sólo marcó su niñez y su adolescencia, sino también su “menopausia”. Durante su discurso, Lilita recordó que en su última charla con Alfonsín, el ex presidente le dijo que su problema con ella era que “es inmanejable”. “Usted también”, le respondió la chaqueña, dando cuenta de que habían quedado en el pasado tantos años de enfrentamiento.