Al canciller Jorge Taiana la noticia del visado de Hilda Molina lo tomó en España. Anoche, luego de mantener una reunión con su par español, Miguel Angel Moratinos, en el marco del Foro Atlántico Sur, que debutó ayer en la isla de Lanzarote, Taiana calificó el caso Molina como “otro capítulo que se pudo cerrar”.

–¿Cómo se llegó a esta decisión?

–Se llega a través de un proceso que tiene varias partes, con una intervención de la presidenta Cristina Kirchner muy importante y una tarea diplomática discreta. También me parece que es una respuesta a los que dijeron en enero “fueron allá y no pasó nada”. Nosotros decíamos que pasaba algo, pero que no se iba a ver allí, sino meses después. Fue una apuesta que salió bien tanto en lo individual como en lo político. Nos criticaban porque la Presidenta viajó a Cuba el día que asumía Barack Obama y se presentaba como un juego a lo opuesto. Y, en realidad, ella habló de Obama en La Habana, luego lideró el planteo de cómo mover el tema Cuba a nivel hemisférico en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago y como en Argentina trabajamos mucho en la OEA para que el levantamiento de la exclusión a Cuba saliera por consenso.

–¿Habían tenido indicios de que Cuba tomaría esta decisión en estos días o la noticia los tomó por sorpresa?

–Decir que nos sorprendió sería como decir que no esperábamos nada. Decir que lo sabíamos con certeza también sería incorrecto. Cumplió una expectativa que nosotros teníamos sin certeza del momento de realización.

–¿Toma este gesto como una muestra de apertura del gobierno cubano o como una señal hacia el continente?

–Creo que ha habido una serie de hechos desde el año pasado, de los que hemos sido en parte, de mayor acercamiento entre la región y Cuba. Pero en todo caso nosotros siempre planteamos este tema como una situación de tipo humanitario y tenemos la satisfacción de que se haya contemplado.

–¿Cristina Kirchner trató este tema durante los encuentros que mantuvo en enero con Raúl y con Fidel Castro? En aquel momento no se especificó.

–La reunión de Cristina con Fidel fue personal, de eso no puedo hablar. Con respecto a Raúl Castro, yo diría que lo que se dijo entonces es lo adecuado. Lo que sí el tema ha sido una preocupación del Gobierno y ha estado siempre en nuestra consideración, a través de la manera más adecuada y oportuna de acuerdo a las circunstancias. El punto central fue la estrategia discreta que se siguió, conducida por la Presidenta y por nosotros, según cada momento. Lo bueno es que conseguimos cerrar otro capítulo.

–Hilda Molina dijo ayer que viaja pensando en volver a Cuba, ¿qué expectativas tiene el Gobierno al respecto?

–Bueno, ella siempre ha dicho que venía en plan de visita.