El miércoles pasado, luego de la lectura de la polémica sentencia, una fuente judicial ajena al juicio, hizo ante Página/12 una serie de comentarios que, según su interpretación, podrían servir para “empezar a entender por qué le dieron una condena testimonial a un cura al que encontraron culpable de pedofilia”. El análisis fue realizado en torno de los “contactos políticos y judiciales” que Grassi supo reunir en los últimos años. “El juez que redactó el veredicto fue Mario Gómez, quien llegó al cargo propuesto por el dirigente radical Marcos Di Caprio, socio de Daniel Cavo, uno de los abogados de Grassi.”

Una de las presencias que más llamó la atención en los tribunales de Morón, al finalizar la audiencia del miércoles, fue la del abogado local Luis Victorino Rappazzo, a quien la fuente judicial presentó como “el estratega de la defensa de Grassi en las sombras, además de ser un hombre de gran influencia en el fuero a la hora de decidir designaciones en esta jurisdicción”. Como dato accesorio, el informante recordó que Rappazzo fue el abogado de Miguel Angel Pierri, defensor de Grassi que fue preso por pergeñar una maniobra ilegal destinada a hacerlo desistir de su denuncia al testigo “Ezequiel”. Rappazzo sería también el que apadrinó al juez Luis María Andueza para que llegara a su cargo actual en el Tribunal Oral 1. Rappazzo anduvo el miércoles a los abrazos y los besos con Raúl Portal, como si festejaran la sentencia. La última curiosidad es que Rappazzo es el padre del fiscal Matías Rappazzo, quien fue el encargado de elevar a juicio la causa Grassi. Ayer, cuando este diario hizo consultas sobre el fallo del miércoles, muchos cuestionaron algunos “agujeros” de la elevación a juicio, sobre todo ciertas deficiencias observadas en torno de los casos denunciados por “Luis”.