Mauricio Macri afirmó estar convencido de que tras la derrota del Gobierno en las elecciones del domingo “comienza una nueva etapa en nuestro país, que va a estar signada por más diálogo, más respeto, la búsqueda de consensos y que realmente hagamos más”. El jefe de Gobierno porteño dijo también que el resultado conlleva “un mensaje a favor del cambio en todo el país” y señaló que “hay muchos problemas por delante, una agenda de temas por encarar y depende de nosotros, de la dirigencia, llegar a consensos para solucionarlos”. Macri vaticinó, además, que “ahora la oposición va a tener un rol mucho más importante a partir de diciembre y a actuar con responsabilidad de llegar a acuerdos” y que su socio Francisco de Narváez “va en un camino certero hacia presentar una propuesta para la gobernación a los bonaerenses que realmente sea distinta”. Macri y De Narváez recibieron el aliento del ex presidente español José María Aznar, quien desde Madrid saludó el triunfo de ambos en las elecciones y expresó su deseo de que ello “represente el final definitivo del populismo” en la Argentina.