Después de la seguidilla de relevos en el gabinete nacional y la convocatoria al “diálogo” realizada ayer por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el flamante jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, salió a aclarar que “los cambios en el gabinete se resolvieron antes del 28 de junio”. Ante elogios de los sectores de la oposición que consideraron las últimas actitudes del Gobierno como una comprensión del “mensaje de las urnas”, el ex ministro de Justicia y Seguridad advirtió que “los cambios se hacen cuando se tienen que producir”.

Desde San Miguel de Tucumán, donde la jefa de Estado encabezó el acto por el Día de la Independencia, Aníbal Fernández dialogó con la prensa y explicó que los cambios en los ministerios de Economía y de Justicia, en la Anses, en Aerolíneas Argentinas y en la jefatura de ministros tienen el objetivo de estar “buscando una nueva impronta” a la gestión presidencial. De esta manera, el ex intendente de Quilmes desvinculó la derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires en las elecciones legislativas con las modificaciones en el Poder Ejecutivo.

Fernández recordó que en oportunidad del triunfo electoral de 2005, cuando Fernández de Kirchner resultó electa senadora nacional por la provincia de Buenos Aires, se sucedieron cuatro salidas del gabinete, como las de Roberto Lavagna (Economía), Rafael Bielsa (Relaciones Exteriores), José Pampuro (Defensa) y Alicia Kirchner, quien renunció a su cargo de ministra de Desarrollo Social para ser candidata en su provincia.

Consultado sobre si habría más cambios en el Gobierno, el jefe de Gabinete respondió que eso “es un resorte exclusivo de la Presidenta: los cambios tienen que ver con la visión que le va a impregnar o imponer al nuevo esquema de gobierno. Y eso es lo que seguramente ha hecho en este caso la Presidenta”, justificó. En ese marco, el funcionario aclaró que en la convocatoria al diálogo se buscará un feedback muy importante con los gobernadores, entre los que incluyó al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.