Arrestos masivos y arbitrarios, malos tratos, intimidación y acoso. Esa ha sido la actitud de las fuerzas hondureñas desde que el 28 de julio derrocaron a Manuel Zelaya. Así lo informa la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) con sede en Londres tras recopilar los testimonios y las fotografías de 75 personas detenidas el pasado 30 de julio. A partir del informe titulado “Honduras: crisis de derechos humanos amenaza cuando represión aumenta” la organización exhorta a la comunidad internacional a que colabore para una solución política en el país centroamericano. “Los arrestos masivos arbitrarios y los malos tratos a manifestantes son una seria y creciente preocupación en Honduras actualmente”, declaró Esther Major, investigadora de AI. Las mujeres, más vulnerables que los hombres a estos abusos, inquietan especialmente a Amnistía, que también denuncia la “intimidación y el acoso” que sufren los defensores de los derechos humanos y los “ataques” a los medios de comunicación.