Después de imprimirle un ritmo vertiginoso al debate del proyecto oficial de Servicios de Comunicación Audiovisual, el kirchnerismo decidió levantar un poco el pie del acelerador. Ahora ampliaría al menos a una jornada más (se extenderían hasta el viernes) las audiencias públicas “para no cercenar la participación” de quienes se inscribieron para opinar sobre la iniciativa. Una decisión que postergaría la aprobación del dictamen para el martes de la semana próxima, pero no el debate en el recinto: el miércoles 16 de septiembre los diputados oficialistas y sus aliados buscarían darle media sanción al proyecto. En tanto, el núcleo duro opositor –UCR, CC, PRO, peronismo disidente y el cobismo–, después de varias reuniones, realizó el pedido formal al presidente de la Cámara, Eduardo Fellner, para que autorice la realización de “audiencias federales”. Aunque ya se habría frustrado la posibilidad de arrancar en Mendoza como habían anunciado algunos voceros.

La desaceleración oficialista tiene dos objetivos. Por un lado, no trucar las audiencias públicas que impulsó en el plenario de las comisiones legislativas de Comunicación, Presupuesto y Libertad de Expresión: la lista de inscriptos superó las expectativas del propio bloque K. Por otro, abrir un tiempo más a la negociación con las bancadas que se mostraron dispuestas a respaldar el debate, pero que objetan algunos puntos de proyecto y promueven correcciones en el texto original.

Por eso, el oficialismo admitiría extender hasta el viernes las exposiciones en las audiencias. Para eso, propondría –el mismo viernes– un nuevo cuarto intermedio en el plenario de comisiones hasta el martes próximo. Ahí buscará recolectar las firmas para el dictamen de mayoría, al mismo tiempo que convocaría a una sesión especial para el día siguiente, el miércoles 9 de septiembre, para darle media sanción al proyecto.

La mesa chica del Frente para la Victoria volvió a analizar sus pasos y a repasar los siguientes. Hasta ahora, las negociaciones con los bloques de centroizquierda y el socialismo fueron informales. La idea es formalizarlos en búsqueda de un respaldo más amplio a la iniciativa del Gobierno, ahí recién se abriría la discusión sobre la posibilidad de introducir cambios al texto oficial. Tampoco descuidarán el frente interno, escucharán las propuestas y tratarán de satisfacerlas para mantener cohesionado el bloque.

Al mismo tiempo que se desarrollaban las audiencias, varios de los expositores pasaron después por el despacho del jefe del bloque kirchnerista, Agustín Rossi. Entre los que desfilaron por el tercer piso del Palacio Legislativo, estuvo el secretario general de la CTA, Hugo Yasky. Allí también se reunieron el titular del Comfer, Gabriel Mariotto, y su principal colaborador, Luis Lázaro, para evaluar la primera jornada de audiencias y las negociaciones con los aliados del oficialismo.

A última hora de la tarde, la oposición –tras varias reuniones– decidió concretar el pedido formal a Fellner para realizar “audiencias federales” en el interior. La iniciativa partió de los diputados opositores que componen la Comisión de Libertad de Expresión, que preside la radical Silvana Giúdici, pero también lleva la firma de los presidentes de las principales bloques de la oposición: Adrián Pérez (CC), Oscar Aguad (UCR), Federico Pinedo (PRO), Jorge Sarghini y Luis Lusquiños (peronismo disidente) y Daniel Katz (cobismo).

Sin embargo, no todos quedaron conformes con el acuerdo. La mayoría afirma que “no habrá tiempo material” para las convocatorias mientras el oficialismo avanza en llevar la ley al recinto. En el mejor de los casos, adelantan, las audiencias serían informales porque no confían contar con la bendición de Fellner. Incluso se frustró la posibilidad de iniciar la ronda en Mendoza (ver recuadro).

Durante el trascurso de la jornada y mientras las negociaciones se sucedían en los despachos de la oposición, los reclamos al oficialismo fueron, sin embargo, a título personal. Giúdici y el también radical Miguel Giubergia fueron hasta las puertas del auditorio del anexo de la Cámara baja para insistir en la impugnación de las audiencias públicas porque “no se ajustan al reglamento parlamentario”. “Este proyecto tiene un carácter antidemocrático. Los mecanismos de aplicación son absolutamente arbitrarios y designados a dedo. La iniciativa en general es muy poco transparente”, sostuvo el macrista Pinedo en su breve paso por el auditorium. “Esta ley de radiodifusión es una ley cerrada y express. Por momentos, el oficialismo ha convertido este debate en un espectáculo grotesco, vulgar y partidario”, sostuvo Juan Carlos Morán, de la línea de Stolbizer en el Acuerdo Cívico.

Si los acuerdos en la oposición no avanzan, algunos de los bloques ya evalúan acudir a una de sus mejores armas para fijar su postura: la convocatoria a una conferencia de prensa. Al menos, así ya lo propusieron desde la Coalición Cívica, donde varios diputados ya promueven negarle el quórum al oficialismo si éste decide llevar el proyecto al recinto la semana que viene.