En la misma causa por homicidio y piratería del asfalto, se le viene interviniendo el teléfono al empresario, ex titular de Torneos y Competencias, Carlos Avila. En el juzgado de Norberto Oyarbide pudieron constatar que la pinchadura continúa hasta hoy. Así lo confirmó la secretaria del juez misionero, Mónica González. La hipótesis fundamental es que lo que se buscaba era espiar a Avila en los momentos en que éste mantenía diálogo con los principales funcionarios de la Casa Rosada a raíz de la crisis entre la AFA y Torneos. Avila fue hombre de consulta del Ejecutivo para concretar las transmisiones abiertas del fútbol.

Lo insólito es que el expediente se inició en 2005 y la escucha a Avila no tiene la menor justificación. El empresario le adelantó a este diario que se presentaría ayer ante el juez Oyarbide, pero a última hora Página/12 no pudo confirmar si la presentación se concretó.

En Misiones nadie sabe explicar qué es lo que llevó a la intervención del celular de Avila, pero lo cierto es que Ciro Gerardo James también tendrá que responder por ese espionaje porque él era el que se llevaba los casetes, junto con los de Burstein.

Según los datos del juzgado, en total James se llevó 400 casetes. Las primeras escuchas datan de 2007, pero este diario no pudo precisar cuándo empezó el espionaje a Avila y quiénes fueron las otras personas espiadas. “Es muy posible que en las escuchas haya efectivamente alguna de las personas involucrada en aquel homicidio. Y en el medio mezclaron las que les interesaban por razones judiciales, personales o comerciales. En esta última maniobra están las escuchas a Burstein y Avila, pero habrá que ver quién más está en esa lista. La indagatoria de mañana (por hoy) de James puede ser una verdadera Caja de Pandora”, redondearon desde el juzgado de Oyarbide.