La mesa del “diálogo argentino” difundirá un documento en el que les propondrá al presidente Eduardo Duhalde y a los distintos sectores sociales una serie de medidas concretas y urgentes para superar “la crisis política, social, económica y moral que afecta al país”. El anuncio sucedió a un planteo que formularon el lunes los tres obispos que participan en la concertación, en el que reclamaron “cambios reales y profundos” y “renunciamientos” a la “dirigencia política, financiera, sindical y empresarial”. La movida apunta a presionar al Gobierno, que hasta ahora hizo oídos sordos, para que se concentre en dar respuestas concretas ante la “emergencia social”.
“Si queremos una reconstrucción de verdad hay que cambiar criterios y conductas, eso es a lo que apunta la mesa”, resumió el mensaje José Ignacio López, vocero de la concertación. Los integrantes de la mesa de diálogo social, en la que participan el Gobierno, la Iglesia y Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), le presentarían hoy el nuevo documento a Duhalde y luego lo divulgarán. López explicó que lo que se puntualizará son “medidas y líneas de acción concretas de parte del Gobierno y de todos los sectores para que el diálogo prospere”.
El vicejefe de Gabinete, Juan Pablo Cafiero, adelantó que se indicarán “los renunciamientos que se están solicitando para que quede puntualizado ante la opinión pública, qué es lo que queremos: la abolición de todas las jubilaciones de privilegio, de las pensiones graciables que se otorgaron”, ejemplificó. “Trabajamos por la unidad, la reconciliación, pero al mismo tiempo sabemos que para llegar a ella hay sectores que han ganado mucho que deben hacer renunciamientos importantes, y muchas de estas cosas están al alcance de la mano: no se necesitan ni grandes reformas constitucionales ni procesos demasiado extensos de diálogo”, añadió.
Los miembros de la coordinadora del “diálogo argentino” recibieron ayer en la sede de Cáritas a dirigentes del Frepaso, encabezados por el titular del bloque Darío Alessandro. Llevaron un proyecto de reforma política y pusieron el acento en la reducción del “gasto irracional del Estado”. En un escrito detallaron la necesidad de eliminar los gastos reservados, la adopción de un sistema electrónico de compras del Estado, la limitación de viajes al exterior de los funcionarios y el congelamiento efectivo de la planta de personal al 31 de diciembre de 2001.
La propuesta que formalizará el grupo dialoguista está en sintonía con el reclamo que articularon los obispos Jorge Casaretto (San Isidro), Juan Carlos Maccarone (Santiago del Estero) y Ramón Staffolani (Río Cuarto). Los prelados ya habían planteado en documentos anteriores la urgencia de la implementación de planes sociales. También habían sugerido que quienes no estuviera “a la altura de un diálogo como el que se plantea, dieran un paso al costado”. En el comunicado que difundieron anteayer en el Episcopado dijeron concretamente: “Hemos comprobado que si bien son muchas las propuestas que se van recibiendo, son pocos los ofrecimientos de renuncias personales o sectoriales que permitan pensar en una verdadera voluntad de cambio”.