Lo miró por tevé con uno de sus asesores. Luego llegaron los senadores Eugenio “Nito” Artaza y la mendocina Laura Montero, que estaban en la Cámara alta. Apenas terminó de hablar la Presidenta recibió varios llamados, algunos de sus correligionarios radicales. Y dos horas después del anuncio, Julio Cobos le respondió a Cristina Fernández que no suspenda su viaje a China para evitar que él quede al frente del Poder Ejecutivo: “Le pido a la Presidenta que por el bien del país reconsidere su decisión y viaje a China”, declaró el vice en un comunicado. Aunque no quiso anticipar su decisión cuando le toque opinar sobre la situación del titular del Banco Central, Martín Redrado, Cobos aclaró que nunca lo defendió y celebró que “sea el Congreso el que dé una salida a un conflicto que hoy está judicializado”.

Esta vez el vicepresidente prefirió no salir a responder personalmente y, en cambio, escribió un breve comunicado en el que repitió parte de los argumentos que ya había utilizado cuando la Presidenta lo acusó de querer asumir la presidencia “antes de 2011”. “No realicé ni realizaré ninguna acción fuera del rol que me asigna la Constitución. A ella le debo lealtad y por ella juré observar y hacer observar fielmente la misma. No he obstaculizado ninguna decisión sino, por lo contrario, traté de encontrar soluciones a problemas que no generé”, aseguró.

Cobos sabe que no cuenta con la confianza del kirchnerismo y que es prácticamente imposible que sus declaraciones impliquen una marcha atrás en la suspensión del viaje. Sin embargo, insistió que “si nunca se afectó la gobernabilidad –tal como expresó la Presidenta– no hay razones para cancelar esta trascendente visita de Estado”. “Este es un viaje muy importante que fue largamente planificado y acordado; además representará una excelente oportunidad para profundizar las relaciones bilaterales con la segunda economía del planeta”, agregó.