La ultraconservadora Corporación de Abogados Católicos presentó un recurso de nulidad y apelación ante la jueza Elena Liberatori, para detener la orden de la jueza que habilitará el matrimonio de dos personas del mismo sexo si no media apelación en contrario. El término vence mañana. La presentación la firma Eduardo Bieule, presidente de la CAC, sosteniendo que consideran al fallo “un gravamen irreparable”, y por entender que el matrimonio homosexual es “inconstitucional y violatorio de los derechos humanos”, y argumentaron la “gravedad institucional” que provocaría su admisión y arguyeron “derechos colectivos”, “principios morales y religiosos”. Tanto fuentes del Gobierno como Florencia Kravetz, abogada de la pareja que solicitó el amparo, desconocieron a la CAC como parte. “La jueza tiene que rechazar por improcedente”, sostuvieron. Kravetz agregó que “éste es un Estado laico. El matrimonio no es propiedad de la Iglesia, es una institución romana anterior a la Iglesia Católica. Una cosa es el matrimonio canónico romano, ahí que hagan lo que quieran. Otra es el matrimonio civil. No hay por qué negociar nada con la Iglesia”.