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Ernestina de Noble sigue presa y aún no declaró
› Por Victoria Ginzberg
Después de que el juez federal Roberto Marquevich dispusiera la suspensión de la declaración indagatoria de la directora del diario Clarín, Ernestina Herrera de Noble, la fiscal Rita Molina se pronunció a favor de la excarcelación de la empresaria. Por ahora, la mujer sigue presa en la causa en que se investiga la falsificación de documentos en las adopciones de sus hijos. Según trascendió, Molina basó su decisión en que “se trata de alguien sin antecedentes penales que no eludiría la acción de la Justicia”.
Los abogados de la directora del grupo Clarín presentaron ante Marquevich un certificado médico en el que figuraba que la mujer, de 77 años, tenía peligro de sufrir un coma diabético y no debía estar sometida a situaciones de estrés. Consecuentemente reclamaron se le conceda el beneficio de prisión domiciliaria. Pero Marquevich, en cambio, decidió pedir una junta médica del Cuerpo Médico Forense y suspender la declaración indagatoria hasta poder acceder al informe oficial sobre la salud de Herrera de Noble.
En declaraciones a radio Mitre, el abogado de la empresaria, Eduardo Padilla, aseguró que “es un abuso del juez que ha resuelto esta medida que resulta imperdonable en un juez de la Nación”. “Conozco el expediente y lo he revisado, no existe en realidad ningún elemento de juicio que justifique la medida que ha adoptado y mucho menos ante la actitud de la señora de Noble ante este juicio, que fue presentarse y estar a derecho, a disposición del juzgado desde hace más de un año. Realmente, de haberse ajustado a las normas del poder procesal, debió citarla y en caso que ésta no comparezca a la situación, recién haber determinado una detención”, afirmó.
Marquevich está investigando la falsificación de las adopciones de los hijos de la directora del grupo Clarín, Felipe y Marcela. Además, sospecha que los jóvenes podrían ser hijos de desaparecidos y por eso ordenó que mañana se realicen los correspondientes análisis genéticos. Esta causa se inició en base a una denuncia hecha por las Abuelas de Plaza de Mayo, que se agregó a otras acusaciones de los dudosos Guillermo Patricio Kelly y Ana Feldman de Jaján.
Fuentes del Grupo Clarín admitieron que en el expediente de adopción de la niña, el número de la cédula de identidad de la madre biológica corresponde, en realidad, a un hombre. Pero negaron rotundamente que el señor fuera empleado de Clarín o de alguno de sus directivos. “Es usual que algunas madres que dan a sus hijos en adopción no presenten su verdadera documentación”, aseguraron. Respecto a Marcela, afirmaron que “La pretendida familia biológica indica que la nieta secuestrada habría nacido en septiembre de 1976 y para esa fecha la señora de Noble ya tenía la guarda otorgada”.
Los voceros de Clarín no quisieron hacer especulaciones sobre supuestas segundas intenciones que habrían llevado al magistrado a detener a la empresaria pero dentro del grupo no descartan “motivaciones políticas, económicas o de otra índole”. En 1995 Emilio Jaján, esposo de una de las denunciantes –sin ninguna relación con las Abuelas– fue condenado por el delito de tentativa de estafa en una querella promovida por Herrera de Noble.
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