Siete de cada diez argentinos no creen que el Uruguay esté controlando con eficacia a Botnia para que no contamine. Un porcentaje aún mayor, del 77,1 por ciento, considera que el fallo de la Corte de La Haya no fue justo ni ajustado al derecho internacional, y un 63 por cient, opina que la Argentina debería resistir el dictamen que permitió que Botnia siga funcionando. Así surge de una encuesta realizada por la consultora OPSM, que dirige Enrique Zuleta Puceiro.

El trabajo sobre el impacto que la sentencia del tribunal internacional tuvo en la opinión pública se basó en 1100 entrevistas directas realizadas en 65 ciudades del país. El primer dato reflejado es el alto interés que el fallo tuvo para la población, ya que el 96,3 por ciento de los consultados dijo estar al tanto de la resolución de La Haya. El grado de disconformidad con lo resuelto por la Corte es muy alto. El 64 por ciento dijo no estar de acuerdo con la sentencia (48,4 respondió “en desacuerdo” y 16,5 “muy en desacuerdo”), mientras que sólo el 30,5 consideró bien el fallo (repartidos en un 27,2 que se manifestaron “de acuerdo” y 3,3 “muy acuerdo”). El principal motivo de disconformidad es que el dictamen no es percibido como legítimo: de cada cien consultados, a 73 no les pareció razonable que la Corte haya argumentado que aunque se violó el Tratado del Río Uruguay, Botnia puede seguir funcionando porque no contamina.

Muy ligado a esto aparece la duda sobre si planta es realmente saludable. El 71,5 por ciento consideró “poco” o “nada” probable que el gobierno uruguayo esté monitoreando seriamente a Botnia, mientas que sólo el 19,7 por ciento lo consideró “probable”.

El estudio midió también la percepción de la opinión pública sobre cuánto ganó o perdió cada país. Para el 56,2 por ciento, “ganó Uruguay”; en segundo lugar, pero lejos, con el 24,5 por ciento, quedó la opción “es un empate”; para el 19,4 por ciento “los dos perdieron” y sólo el 8,4 por ciento consideró que “ganó Argentina”.

Sobre el trabajo del equipo legal de la Cancillería que llevó adelante el caso, las opiniones no resultaron tan malas. El 42,1 por ciento dijo que la posición de la Argentina no estuvo bien defendida, pero casi el mismo número –un 40,1 por ciento– consideró que el equipo trabajó bien.

Aunque el fallo es inapelable, sólo el 36,7 por ciento está a favor de acatarlo. En cambio, los que creen que el Gobierno “debe resistir el fallo” llegan al 63 por ciento. De cada cien encuestados, 56 apoyaron la idea de hacer una consulta popular sobre si debería aceptarse o no el dictamen. La propuesta es pura ficción, pero sirvió a OPSM para medir hasta qué punto llega el desacuerdo con el fallo. Avanzando en esta línea, la consultora preguntó qué votarían en el caso de realizarse el plebiscito. El 64,3 eligió la opción “Argentina debe resistir el fallo” y el 35 por ciento la de “Argentina debe acatar el fallo”.

Quedó claro también que el corte de ruta no tiene apoyo. Sin embargo, son pocos los que toleran la idea de que el bloqueo sea desalojado (23,9 por ciento) en contraste con una mayoría (58,1 por ciento) que cree que el Gobierno debe “negociar con los asambleístas, permitiendo que se manifiesten aunque sin perjudicar el tráfico”.

Finalmente, la idea es que el conflicto será de largo plazo. 68 de cada cien creen que todavía falta mucho tiempo para llegar a un acuerdo, y sólo el 29,4 por ciento cree que puede resolverse en el corto plazo.