Desde Gualeguaychú

Cuando Juan José Bahillo se postuló para ocupar la intendencia de Gualeguaychú hacía cuatro años que el conflicto por las pasteras había comenzado. Hasta el pasado domingo, aún albergaba esperanzas de que la disputa pudiera solucionarse durante su gestión. Hoy lo ve muy difícil. Unas horas después de que los asambleístas decidieran el endurecimiento de su postura, el jefe comunal recibió a Página/12 en su despacho, sin poder disimular su decepción ante la decisión de los vecinos. “Triunfó el núcleo más duro, y eso no es bueno”, advirtió. Bahillo siempre apoyó el reclamo por la relocalización de la pastera, pero se ha mostrado crítico con la medida que impide la circulación por la ruta 136. No sólo considera que el levantamiento del bloqueo “hubiera permitido mejorar la relación entre un sector de los vecinos y las autoridades”, sino que agrega que el apoyo a la medida ya “no es mayoritario” dentro de la comunidad.

–¿Cómo evalúa la decisión de los ambientalistas de reforzar los relevos en el corte de ruta y volver a las acciones sorpresa?

–Indudablemente, el levantamiento del corte hubiera permitido mejorar la relación entre el sector de los vecinos y las autoridades. Hoy el acompañamiento al corte no es mayoritario. Se debe buscar una salida que nos sirva tanto a los argentinos como a los uruguayos. Hay que ayudar a la asamblea a salir, pero no hay que reprimirla. Eso sí, la asamblea se tiene que dejar ayudar.

En la ciudad no son pocos los que interpretan que sectores que están a favor de la flexibilización de la medida niegan en público lo que afirman en privado, para evitar ser tildados de “traidores” por el sector más duro de los ambientalistas. Sobre los pedidos indirectos formulados el domingo al municipio sobre una posible ayuda económica para facilitar la resistencia en Arroyo Verde, el intendente fue tajante: “El gobierno tiene que mantener el accionar en la legalidad y en la institucionalidad más allá del respeto por las decisiones tomadas por la sociedad civil. No puede financiar un corte. No habrá un aval para este tipo de acciones”.

–¿Cuál es el perjuicio real que el corte le ocasionó a Gualeguaychú, que es el argumento que esgrimen los vecinos que están por el levantamiento?

–No hay datos previos para evaluar el nivel de actividad de la ciudad antes del bloqueo. No sabemos con exactitud cuánto hemos dejado de percibir, pero es innegable que había un intercambio vehicular importante de alrededor de cinco mil vehículos por día que transitaban desde y hacia el paso fronterizo. Unas 120 familias fueron directamente afectadas por estar vinculadas con el comercio exterior. Este sector de la economía prácticamente desapareció de la comunidad. Se debe tener una mirada contemplativa con ellos también. El corte tiene que ser evaluado en el contexto de si sigue siendo una medida efectiva o no.

Tanto las autoridades comunales como algunos grupos de vecinos que no participan de las actividades propuestas por la Asamblea Ambiental Ciudadana descreen de la efectividad del corte. Por lo bajo aseguran que con el bloqueo de Arroyo Verde, “Botnia trabaja mejor”. El tráfico de camiones que antes era incesante en el primer paso fronterizo con el Uruguay, hoy deja vacías las rutas del lado oriental para que los camiones que transportan insumos a la planta de celulosa arriben en tiempo record.

Entrevista: Gabriel Morini.