Tres aviones británicos –dos de guerra y uno que transportaba combustible– sobrevolaron el espacio argentino en Tierra del Fuego. El hecho en principio prendió luces de alerta, pero luego se supo que las naves estaban en emergencia y para la intromisión tuvieron la autorización del Centro de Control de Area de Comodoro Rivadavia, que atendió las condiciones meteorológicas adversas que existían en ese momento.

El hecho ocurrió en la tarde del miércoles. Según el relato que hizo la Fuerza Aérea en un comunicado que difundió ayer, tres aviones pertenecientes a la Real Fuerza Aérea con asiento en Malvinas tuvieron que aterrizar en Punta Arenas, en Chile, debido a que por las condiciones meteorológicas el aeropuerto malvinense estaba inoperable y las naves ya estaban en riesgo por la escasez de combustible.

El comunicado precisó que “el Centro de Control de Area Comodoro Rivadavia autorizó la ruta al aeródromo de destino, en cuyo trayecto sobrevolaron parte de Tierra del Fuego, cumpliéndose con lo establecido por la normativa vigente sobre circulación aérea por parte de la Organización de Aviación Civil Internacional, para estas circunstancias de excepción, que establece la prioridad para el sobrevuelo y aterrizaje de aeronaves cuando deban dirigirse a aeródromos de alternativa”.

Distinto era el panorama a la mañana, cuando se conoció la información. Fuentes oficiales expresaron entonces a la agencia DyN que el incidente podía constituirse en una violación del espacio nacional y aseguraban que los vuelos se habían detectado luego de que una persona en Tierra del Fuego interceptó una comunicación radial entre los pilotos y la torre de control chilena de Punta Arenas, y no por radares porque la Fuerza Aérea Argentina no cuenta con ellos en la Patagonia. La información llegaba en momentos en que la relación entre ambos países atraviesa otro momento de conflicto por la exploración petrolera que empresas británicas emprendieron este año en la cuenca de las islas (ver nota principal).

Pero con el correr de las horas los sucesos se fueron aclarando. Anoche, el Ministerio de Defensa informó que el miércoles por la tarde las naves pidieron permiso para retornar el jueves desde Punta Arenas a Malvinas sobrevolando de nuevo territorio argentino y que en esta segunda ocasión no se los autorizó porque ya no estaban en emergencia y, por ende, “no encuadrarse en la normativa vigente”.

El incidente tuvo final feliz. La Fuerza Aérea concluyó que dada la sucesión de hechos “no existió violación del espacio aéreo nacional”. Mientras, el Reino Unido comunicó que “la Royal Air Force está sumamente agradecida a la Fuerza Aérea de Argentina y a la de Chile por tan rápido apoyo humanitario que evitó una amenaza real y presente a la seguridad de la tripulación aérea”.